Capítulo 2: Ciudad fantasma

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"¡No me lo quites! ¡Por favor! ¡No lo alejes de mi lado!" repetía alguien constantemente aullando en desesperación, las dudas escapaban de su mano, quizá ya se había vuelto demente. Al abrir los parpados, cara a cara, frente a un duende verde (Yoda, pero Yoda era más bonito) que agarraba un pescado, el pescado no agonizaba, parecía cómodo en el aire, fuera del agua. Esperaba que fuera un sueño más, de no haber recordado todos los acontecimientos con aquella fantasma, monstruo, o lo que fuese, habría estado más tranquilo, al menos vivió un día más, se consoló.

"Por casualidad, ¿sabes donde estoy?" estaba acostumbrado a una casa moderna, y con lujos que de alguna manera la señora Yu había proporcionado para su comodidad. Muy diferente al cuarto en el que estaba, no había visto futones de cerca. Era raro no tener dinero. Todo estaba diseñado de manera tradicional, incluso el televisor que estaba sobre un pequeño mueble era de esos enormes, pesados. Actualmente eso se conseguía en una tienda de antigüedades. Pensó para sí que su querido hermanito estaría teniendo una convulsión, este era demasiado pudiente, como dirían las jergas de barrio, un bacán del centro de ciudad, alguien que en su vida había tomado un bus, al menos Wei Ying tenia experiencia en eso, y de alguna manera le agradaba. Los dos intrusos estaban inmóviles, ni siquiera estaban respirando, y pensaría que son parte de la decoración, solo que el pez agitaba las aletas lentamente.

"Es el templo PuJi" definitivamente algo había entrado a su sistema para alucinar a esos dos seres, sobre todo al pez, que era bien feo. No se consideraba un ecologista, pero tenia el suficiente aprecio para respetar toda clase de vida, eso no quitaba el rechazo, asco y miedo que sentía a esos animales escamosos que en cualquier momento atacarían sin pensar (Los perros claramente no eran la excepción).

"Por mi paz mental, voy a suponer que son alucinaciones mías. ¿saben quien es el dueño de este lugar?" si, definitivamente soltaría su cordura y dejaría a aquellos seres místicos ser su guía.

"Es un Dios, pero lo custodia al rey fantasma" claro, con aquellas palabras se encontraba más perdido. Su querido amigo Huaisang seguramente sacaría mucha inspiración para sus novelas si le narraba su vida, de como paso a ser Paquita la del barrio, al hijo adoptivo de una familia pudiente, el como renuncio a este y se hallaba en alguna clase de limbo de fantasía. O simplemente la vida de libertinaje que llevo en sus días de adolescente estaba cobrando factura.

"Y vuelvo a suponer que son alguna clase de ¿apodo? Como sea, en lo que encuentro un lugar donde vivir. Por que definitivamente no quiero ser comido de nuevo y hablar con lo que sea que son ustedes, ¿creen que me dejarían quedarme un tiempo?"

"¡CALLATE MALDITA ESCORIA! ¡POR TÚ CILPA ESTAMOS ASÍ!" el duende no estaba en sus mejores días al parecer, parecía una muñequita deforme con orejas largas, era demasiado grosero, pero había gente así simplemente.

"En realidad es tu culpa" el pescado reclamaba al duende, aunque no dejaba de mirar a los ojos de Wei Ying, este se sentía intimidado. "Puedes quedarte todo lo que quieras, pero tienes que cumplir con ciertas tareas". Con los ojos brillantes no tardo en responder, agito la aleta del pez con la punta de sus dedos, como si hubiesen cerrado alguna clase de negocio.

"¡Claro! ¡Claro!"

Horas más tarde se lamentaría, no podía agarrar una simple escoba, sacar las malas hierbas fue de entre todas las actividades que le pusieron a hacer la peor. Termino lleno de tierra. Fuera de ello todo estaba tranquilo, hasta el mediodía. En su cabeza se escuchaban los deseos y plegarias de las pocas personas que iban a visitar ese pequeño templo.

Que mi nieto nazca con salud

Cuida a mis padres que hoy te acompañan

Por favor, ayúdame esta vez en la lotería

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⏰ Última actualización: Aug 11 ⏰

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El lazo rojo (HuaWei/MXTX)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora