"Quiero descansar"

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A veces, la vida no es como queremos, sufrimos sin parar por culpa de otros, o a veces por nuestra misma culpa.

Los problemas se hacen cada vez más sofocantes, tanto que solo quieres acostarte a dormir y no despertar más, pero eso no siempre se puede hacer.

Empezamos a ver el mundo como una mierda sin valor y a nuestra vida como algo sin importancia; empezamos a descuidarnos.

Vaya error...

(...)

—¡Basta! ¡déjenme tranquilo!—. Gritaba un pequeño rodeado por 7 niños, al parecer, mayores.

—Uh... pensé que los monstruos podían soportar cualquier tipo de dolor—. Decía uno de los niños más grandes mientras reía.

—¡Sí! ¿Acaso no eres un invento de algún científico loco? Fenómeno—. Gritó otro niño.

—¡Y-ya callense!—. Trataba de dialogar como podía entre los sollozos, Chile.

Un pequeño niño de 5 años siendo víctima de bulling por tener algo "perturbador" según como dicen otros niños: una cola de lagarto.

Ese insignificante detalle en su cuerpo le haría sufrir toda su vida, pobre.

—¡Aléjense!—. Sus ojos cristalinos empezaban a soltar lágrimas amargas llenas de puro dolor.

—¡No hasta que pagues por aparecer en nuestro camino, maldito monstruo!

Entre los 7 niños lo golpeaban con patadas mientras le tiraban pequeñas piedras pero en grandes cantidades.

Esa tarde, terminó inconsciente tirado al lado de una fuente de agua, con su cuerpo sangrando por varías partes y ni hablar de la cantidad de moretones...

Las personas adultas lo miraban con asco y pasaban de largo sin ayudarlo a pesar de su condición, todo por esa cola que tiene.

Ese mismo niño de solo 5 años pensaba todas las noches como deshacerse de esa maldita cola; había probado distintos métodos.

Uno de esos métodos fue cortarse la cola...

Una noche cuando su madre, Mapuche, estaba dormida, camino en silencio hacia la cocina hasta detenerse delante de un cajón donde guardaban los servicios.
Sacó un cuchillo y se dirigió hacía el patio.
Aguantando el dolor, empezó a cuchillar su cola hasta cortarla por completo.
El dolor fue tanto que no pudo evitar empezar a gritar y llorar en un volumen tan fuerte que su madre salió corriendo hasta donde se encontraba él.

Tristemente, al pasar las semanas su cola volvió a regenerarse; el dolor no había servido para nada.

(...)

Pasaban los años y empezaba a acostumbrarse a los disparates y el bulling que le hacían.
Retenía sus ganas de llorar y sus sentimientos para no preocupar a nadie... bueno, a nadie que si le importara él, porqué al parecer todos lo odiaban.

Pero todos sabemos que nadie puede vivir reteniendo sus emociones toda la vida, ¿verdad?

Era un fin de semana agradable.
Se encontraba con su madre en la cocina haciéndole compañía mientras Mapuche cocinaba.

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⏰ Última actualización: Aug 11 ⏰

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¿Por qué eres así?... (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora