Susurros y miradas

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A la mañana siguiente, Kenzie se despertó con la calidez de Samantha abrazándola suavemente. Aunque el sol ya había comenzado a iluminar la habitación, ella no quiso despertarla. En silencio, se levantó, se arregló rápidamente y decidió preparar un desayuno especial.

Con cuidado, preparó café y un par de croissants recién horneados. El aroma de la comida empezó a llenar la casa, y cuando estuvo lista, dejó todo en la mesa junto a una nota cariñosa.

Poco después, Samantha bajó, con el cabello algo despeinado y una sonrisa en el rostro. Al ver a Kenzie, le dijo:

— Te ves muy bella esta mañana.

Luego, le dio un tierno beso en la mejilla como buenos días. Kenzie sonrió y respondió:

— Gracias, Sammy. Espero que te guste el desayuno.

Samantha, al ver que Kenzie estaba lista para salir, le ofreció llevarla a la casa de Juan.

— ¿Por qué no te llevo? Así no tienes que preocuparte por el transporte.

Kenzie aceptó con gusto. Mientras Samantha terminaba de comer, Kenzie le busco algo de su ropa, ya que no tenía nada adecuado para la ocasión o mejor dicho no tenía ropa en el departamento de Kenzie. La vistió con un estilo fresco y moderno, resaltando su belleza natural. Todos los que la vean sabrán que no es su estilo y todo grita a "Kenzie".

En el carro, el trayecto hacia la casa de Juan se convirtió en una parte divertida de la mañana. Ambas se rieron, compartieron anécdotas y disfrutaron del tiempo juntas, mientras la música que sonaba de fondo acompañaba sus conversaciones animadas.

Durante el viaje, Kenzie decidió que quería capturar el momento. Sacó su teléfono y le pidió a Samantha que les tomara unas fotos.

— Oye, Samantha, ¿puedes tomarnos unas fotos? Quiero compartir esto — dijo Kenzie, mientras le sonreía.

Samantha aceptó con una sonrisa y empezó a tomar las fotos mientras Kenzie posaba junto a ella. En una de las fotos, ambas se miraron con complicidad y una sonrisa genuina, capturando la esencia de su conexión, en los ojos de Kenzie claramente se veía un brillo que solo Sammy pudo hacerlo aparecer.

— ¡Estas están perfectas! — exclamó Kenzie, mirando la pantalla del teléfono y disfrutando de los recuerdos capturados.

El resto del viaje estuvo lleno de risas y momentos tiernos, mientras el grupo llegaba a la casa de Juan, listos para disfrutar de un día lleno de diversión con amigos.

Finalmente, llegaron a la casa de Juan, listas para un día lleno de diversión y buenos momentos con amigos.

La casa de Juan está llena de risas y buena vibra mientras el grupo se prepara para el stream en vivo. La mañana es calurosa y soleada, y todos están listos para pasar un día de diversión.

— Qué bueno que llegaste. Ya estábamos listos para empezar — dice Juan.

—Gracias, me alegra estar aquí —responde Kenzie, sonriendo mientras se acomoda junto a los demás.

—¡Qué gusto verte! Te veías increíble en las fotos que subiste — comenta Filis, dándole una cálida bienvenida.

—Sí, ¿cómo va todo? Cuéntanos — agrega otra persona, curiosa.

— He estado ocupada, pero aquí estoy — dice Kenzie mientras se une al grupo.

Con la transmisión en vivo en marcha, el ambiente está lleno de energía y entusiasmo. Mariana y Roier también están presentes, y el grupo se encuentra animado, preparando todo para el stream. Deciden comenzar presentando a Kenzie ante el público. Había bastante gente conectada, y Kenzie, aunque emocionada, siente los nervios.