Bienvenido a la Tienda Mágica, puedes desear todo lo que tu corazón quiera, pero cuidado con el mago de la tienda.
☆Capítulos cortos historia larga
☆Inspiración en "El castillo ambulante"
-¡HoSeok! ¿Estás bien?- preguntó Jimin, el castaño estaba en shock, no podía asimilar nada, fue una situación tan compleja que necesitaba aclarar su mente.
Todos trataban de cerciorarse que los involucrados se encontraban bien, al parecer esto fue un atentado contra la vida del Rey, pero, ¿por qué?.
-¡Majestad!- corrió la princesa hacia el rubio.
El consejero del Rey ordenó que los príncipes fuera retirados del lugar, investigación a fondo lo que había pasado, sin embargo tanto fue el caos que solo SeokJin pudo reaccionar y salir de la escena, el menor fue quien se quedó varado en su mismo sitio, su corazón latía rápidamente y su respiración comenzaba a acelerarse.
-¿Príncipe? Debemos irnos- pero quien no se había apartado de su lado, fue Jimin.
Y en un momento a otro Hoseok había colapsado en un ataque de pánico.
-Estoy aquí Hoseok, respira, estoy aquí- Jimin se inclino aún más y aunque el contacto físico no estaba permitido por su posición social, abrazo al castaño, las consecuencias no importaba en ese instante.
El príncipe se aferró a ese signo de afecto, hundiendo su cara en las ropas de su amigo.
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La tensión se sentía a kilómetros, el doctor de la familia real se encontraba en los aposentos del Rey, verificando que no haya quedado algún rastro de magia negra.
-Alteza SeokJin, debe retirarse a la sala de conferencias, lo están esperando- indicó el duque Park.
El mayor no respondió, sin embargo siguió al duque, el menor miraba con preocupación a su hermano, quien a pesar de haber presenciado aquella situación, se mantenía serio y sereno.
-Hermano, quiero ir contigo-
-¡No!- alzó la voz -debes estar a lado del Rey...por favor, cumple tu deber cómo príncipe- se retiró de la habitación.
El menor suspiro, sentía miedo, frustración, tristeza por lo ocurrido.
Pasaron las horas y parecia que el día estaba por acabar, por fin habría noticias sobre el Rey.
El médico se levantó para charlar con el consejero del Rey, su cara indicaba lo que el médico le decía.
El consejero trataba de controlar sus gestos y respiración para mantenerse sereno.
-¿Que ocurre con mi padre?- preguntó HoSeok mientras miraba con preocupación a su progenitor.
-Príncipe, me gustaría decirle pero me temo que lo mejor es hablarlo junto al Príncipe SeokJin- suspiro.
No importaba que posición social tenia el castaño, su opinión no importaba, sus preocupaciones no interesaban, ya estaba acostumbrado a eso, pero esta vez lo resintió.
Agotado, se despidió besando la mano derecha de su padre quien dormía después de tan trágico suceso, las enfermeras y personas de servicio ofrecieron una reverencia al príncipe.
Entre los pasillos que daban al jardín, se encontraba SeokJin, hablando con un tono preocupado, la oscuridad de la noche no permitía ver a HoSeok con quien intercambiaba palabras su hermano mayor.
-¿Alteza?- preguntó el menor mientras se acrcaba sigilosamente.
El rubio fue sorprendido por su hermano, así que dejó de hablar inmediatamente.
-¡HoSeok!, es hora de ir a mi habitación, permiso- se escabullo del lugar, dejando al castaño con más preguntas.
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La noche enfriaba cada vez más, no podía creer que sintió pasar 8 horas en tan solo una.
No podía dormir, era más que evidente que los pensamientos negativos comenzaban a atormentarlo, necesitaba aclarar su mente, dejar de pensar, y que mejor lugar para hacerlo, que en el jardín donde su madre solía estar.
Tomó sus prendas para ir hacia el jardín, al salir de su habitación, sabía que debió colocar más que una bata de dormir, el frío congelaba sus piernas y manos, enrojecia su nariz y labios, pero se sentía cómodo al estar así.
Comenzó a tararear la canción que le gustaba tanto escuchar de su madre y hermano, se abrazaba a sí mismo para sentir el calor que añoraba.
-¿Su voz es tan suave cómo su corazón?- la voz de la extraña persona que desapareció entre los rosales.
