3 : Cachorro #2

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No había nada que freddy odiase más que los preciosos ojos de cachorro pateado o como conway solia decir ojos de cordero degollado, la primera vez que usaron eso en su contra eran grandes ojitos brillosos de color café casi miel, su pequeño nick era el mejor manipular que vio en su vida era mucho mejor que el, con solo tres meses de vida podia usarlo a su antojo. Nunca logro evitar caer aunque lo intentase aunque nunca lo intento. La segunda y ultima vez que alguien uso los ojos de cachorro con el no negaria que lucho entre poco y nada, Isidoro podria tener un poder en la mirada con unas pestañas que los hacían lucir adorable y una jodida expresividad que lo derretía, porque además, cuando los combinaba con un puchero adorable, simplemente no había poder humano que pudiera evitar que cediera ante sus pies. Era una mirada casi tan hermosa como la del pequeño nick, no pudo evitar compararlos. Cachorros que  querian salirse con la suya con una sola mirada.

Él era un Alpha fuerte, dominante, un asesino que no dudaba en eliminar a quien debiese con tal de obtener lo que quería, chantajeaba y torturaba, incluso se divertía con ello, a veces incluso asesinaba cuando ni siquiera había un motivo, pero los cachorros hacían algo con sus ojos que él simplemente no era capaz de controlar, sus piernas flaqueaban y su corazón latía aceleradamente, deseando cumplir sus caprichos y llenarlos de su olor. Le llenaba de orgullo que fuera el quien cumplia con los caprichos de esos ojitos.

- Freddy - isidoro ronroneó con suavidad, pestañeando con lentitud sin dejar de mirarlo, la expresión en sus ojos era dolorosa y asustada, como si estuviera pasando por la mayor de las tristezas o hubiera resibido un susto terrible. Al mismo tiempo Isidoro se encorvaba ligeramente, aparentando vulnerabilidad como si su cuerpo hubiera captado una amenaza en freddy.

Como si el alpha no hubiera caido a sus pies en el segundo que vio esos ojitos tiernos y brillantes, un hermoso color que podria ver mientras dormia.

- Por favor freddy, una oportunidad - Isidoro llevaba un par de minutos suplicando por practicas de vuelo, aunque habia ganado el permiso de pegasso con total exito su nuevo amigo quintero no lo tenia y queria una oportunidad, ante la extricta negativa de conway a dejarlos ir solos y el echo de que los inspectores y subinspectores seguian enojados con el chico lo unico que le quedaba era freddy hasta que apareciera gustabo. - Por favor...

- Isidoro… -Freddy se relamió la lengua, gruñendo en voz baja, sin poder apartar la vista de los hermosos y manipuladores ojos del pequeño cachorro, notando que ahora algunas lágrimas parecían acumularse en las esquinas de sus ojos. -No te atrevas… - Habia caido en su totalidad pero si lo veia llorar caeria a sus instintos, no toleraria ver a un cachorro llorar y no hacer nada. La advertencia no sirvio de nada el chico estaba dispuesto a todo por un amigo, el alpha se pregunto por un segundo a que sabrian sus lagrimas antes de detener el pensamiento.

El aroma de Isidoro incluso se había amargado y le hacía saber a su Alpha que realmente se sentía acogonado, una silenciosa lágrima finalmente se deslizó fuera de sus ojos y cayó hacia sus mejillas, al mismo tiempo que isidoro dejaba salir un quejido muy suave y Freddy no pudo resistirlo más.

-Bien, bien. Dejare que el gilipollas ese tenga las pruebas, pero tu lo instruyes -Gruñó cediendo al fin, mientras que su Omega se acercaba a él y lo abrazaba con una sonrisa amplia, enroscando sus brazos alrededor de su cuello y cambiando su aroma de uno amargo a su usual dulzura de leche y miel caracterizada de los cachorros terminando de una vez por todas con su chantaje emocional.

Se sentia derrotado por caer tan bajo por alguien que aun tenia los colmillos de leche, por otro lado este abrazo se sentia una recompensa. Y una muy buena, porque pudo devolverle el abrazo unos segundos y respirar su olor.

Sintio el ligero aroma de conway cerca y cuando lo vio se encontro con una sonrisa burlona y una mirada que facilmente podia decir "te domo", claro que conway no diria nada de eso en voz alta, no cuando freddy se aguantaba todos los comentarios sobre su jefe aguantando los caprichos y ojos de cachorro de su hijo desde hace mas de cuatro años.

(...)

El papeleo era una de las cosas mas odiadas en comisaria, freddy noto que isidoro no odiaba los informes con exactitud odiaba que lo apuracen y lo inquieto que se ponia aveces, si el informe lo hacia patrullando era de maravilla. Si le hablaban cuando lo redactaba podia mantenerse en lo aceptable. E incluso mejor que el promedio.

Para mala suerte del chico freddy queria vengarse de su manipulacion anterior por lo que le ordeno hacer el informe de las practicas con pegasso a el, para disfrutar mas de la tortura le ordeno que lo hiciera en ese mismo momento en su officina donde el alpha podia controlar que nadie le hablara.

El cachorro aguanto muy bien, se mantuvo quieto los primeros minutos concentrado en el informe, antes de llegar a los diez minutos trato de buscar conversacion al no encontrarla comenzo a inquietarse, hacia temblar su pierna y buscaba tratar de enfocarse en algo de la habitacion, al no encontrarlo uso un truco sucio, uno que freddy sospechaba de una manera muy precisa que eso lo aprendio en la comisaria. Isidoro comenzo a exparcir un aroma a desesperacion y frustracion  bastante fuerte, estuvo a punto de regañarlo cuando noto que no era un truco sucio, el chico lo estaba haciendo sin querer.

Se acerco a isidoro de manera lenta el chico nisiquiera lo miraba encontrando su punto de enfoque en algo que vio por la ventana, se coloco detras del chico y comenzo a olerlo, paso su nariz cerca del cuello del chico extasiado con su aroma, poco a poco volvio a su aroma normal de cachorro y un ligero toque mas calido.

No pudo soportarlo más, pasó de simplemente olfatear, a presionar sus labios contra su cuello, a dejar mordidas superficiales sobre su tersa piel, enterrando ligeramente sus colmillos y a arrastrar su lengua sobre la glándula  y después succionarla tanto como podía, mientras salivaba sin poder controlarse, atrayendo a isidoro  contra su ser sin apretar demasiado.

El cachorro se sintió derretir entre sus brazos, entre su boca y todo lo que podía hacer era dejarse llevar, al mismo tiempo que estiraba un poco el cuello para darle mas espacio, dejando salir suaves jadeos, deseando que freddy lo marcara de una vez, pero aquello no sucedió y él tampoco lo pidió. Algo le decia que en un momento asi freddy no le negaria nada.

- Termina eso, anda. - Le susurro contra su cuello, el mayor no queria presionar mucho menos asustarlo.

- Necesito cinco minutos

- Te doy tres y mas te vale que sea aceptable

One-shots Fredoro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora