El olor de isidoro comenzaba a volver loco al comisario, el chico estaba desprendiendo un olor increible sin darae cuenta. En un semaforo en rojo freddy se acerco al mas joven y presionó su nariz contra el cuello de isidoro, debajo de su oreja. Isidoro no se molesto en alejarlo, convivia con alphas todo el tiempo si no era en el trabajo era en la calle. Solian querer olerlo todo el tiempo para calmarse o querer concentrarse en algo, luego de acostumbrarse a la actitud de Romano y Quintero lo que le hiciera el comisario no le molestaba.
- Puedes usar esa colonia todo lo que quieras, pero aún puedo oler el omega debajo de todo eso. - Murmurro el mayor con los dientes apretados- Mierda, hueles bien. Como si estuvieras a punto de entrar en celo.
En realidad, lo estaba. Faltaban unos días. Freddy se raspó la piel con los dientes e Isidoro saltó de su lugar, enormes banderad rojas comenzaron a aparecer. Su celo se habia adelantado.
Trató de sentarse rector al sentir como el ambiente comenzaba a calentarse pero Freddy lo agarró de las muñecas y lo empujó hacia abajo.
-Sé un buen omega para mí - le susurró Freddy al oído. - Te deseo. - Al parecer no erá el unico que tuvo un problema con sus fechas, el olor del alpha comenzaba a dominar sobre el suyo. En solo unos minutos isidoro estaciono el patrulla en el fondo de caraje central y fue empujado sobre el asiento por el comisario.
Freddy Apretó su rodilla entre las de isidoro, intentando que abriera las piernas. Podia sentir como el omega Estaba mojado. Isidoro no podia evitar preguntarse ¿Por qué? ¿Por qué demonios se estaba corriendo sobre los pantalones de su jefe? Nisiquiera estaba por completo en su celo y se sentia como si lo estuviera.
Aunque le doliera un poco sabia del porque, es la primera vez que alguien lo desea como a un omega, su primera vez con un hombre alpha que lo queria como omega.
Y, por Dios, cuánto quería sexo.
Freddy lo miró fijamente, con una mirada de alfa que lo desafiaba a desobedecer. Isidoro separó un poco las piernas y observó la agradable sorpresa que se dibujaba en el rostro de Freddy. El mayor le quitó los pantalones de trabajo con una mano e isidoro se quitó los zapatos con los dedos porque se sentía raro hacer esto con los zapatos puestos, no queria que en eso tambien fuera su primera vez.
La mano de Freddy se sentía bien deslizándose sobre su polla dura, pero mucho mejor cuando recorrio sus partes de manera lenta y presionó sus dedos contra el agujero húmedo detrás de sus bolas. Isidoro no pudo evitar gemir de lo bien que se sentia.
- Oh, nena, estás toda mojada para mí. - ronroneó Freddy. Isidoro jadeó de sorpresa cuando Freddy introdujo dos dedos en él-. Sabía que lo querrías. -Observó a Freddy desabrocharse la bragueta con rapides y bajar sus vaqueros lo suficiente para sacar su polla. Luego volvió a estar entre las piernas del menor. El omega cedió, separó las piernas y escuchó al mayor gemir de satisfacion.
- Oh, joder, sí - El oficial se alegró de no tener tiempo para pensar antes de sentir a Freddy empujando dentro de él.
Isidoro no tenía ningún juguete; nunca había sido el que tenía las piernas abiertas. Sus mujeres solian tenerlos pero nunca se intereso demasiado jamas estuvo listo para usar Los dedos como la mayoria de los omegas. No sabía cómo se suponía que debía sentirse desde este lado de las cosas, pero no esperaba que se sintiera tan bien de inmediato tener una polla entrando en él, llenándolo, presionando todos los puntos dentro de él que dolían como un moretón por la presión y la fricción.
Freddy agarró el cabello de isidoro y tiró para exponer su garganta. El menor cerró los ojos cuando la boca del alpha se cerró sobre él, áspera y casi dolorosa mientras mordía y chupaba, justo antes de ese nudo muscular donde iría una verdadera marca de reclamo.
-Es un buen omega - Elogio Freddy susurrando con cariño sobre el cuello del menor, acaricio el sitio con los labios. - Estas volviendo suave y dócil para mí, dejándome marcarte. Voy a hacer que te guste, nena.
Freddy no era precisamente un amante delicado y delicado de la delicadeza. Se folló a Isidoro con fuerza en el segundo que lo sintio listo, moviendo las caderas hacia adelante y hacia atrás, deteniéndose cada pocos minutos para poner otra marca en el cuello del oficial. Isidoro no evito pensar que iba a ser un desastre, tendría que quedarse en casa hasta que se desvanecieran en unos días y dudaba que le permitieran quedarse en casa sin un permiso medico. Pero en ese momento, la polla moviéndose en su coño y los dientes en su garganta se sentían demasiado buenos para detenerse
Entonces, algo que no esperaba. Freddy lo besó o mejor dicho le comio la boca. Fue incómodo, todo lengua y dientes, e isidoro se sintió más reclamado que besado, lo que probablemente era cierto. Se corrió sobre la polla del comisario, su coño palpitaba con un tipo de placer que nunca había podido obtener por sí solo o con una mujer.
- ¿Estas bien? - Le pregunto con suavidad, isidoro asintio sin poder hablar demasiado lleno y comoeo como para hacerpo - Bien, porque estoy a punto de llenarte el coño -dijo Freddy. Se retiró, puso a Isidoro boca abajo sobre el asiento y le levantó el culo. Entonces la polla de Freddy se hundió de nuevo en él e isidoro se olvidó de protestar, no se veia como el putero hijo de puta que siempre dejaba ver. Se sentía bien, quería sexo con un alpha, había notado que era como un maldito monje últimamente y no le importaba a quién pertenecía la polla, solo la quería, y si era de freddy era una ventaja mas.Freddy aceleró el paso, follándolo lo suficientemente fuerte como para empezar a doler, entonces el comisario gritó y, unos cuantos golpes después, se desplomó contra la espalda de Isidoro temblando, llenandolo como nunca antes lo habian echo. El omega se mordio los labios para no gritar como una puta.
- Te Deseaba tanto, Pavo. - El Ronroneo del alpha sobre su oido se sintio bien, calido pero exitante. - Y ahora tengo que poseerte. Joder, fuiste tan bueno. Peleaste conmigo y me maldijiste, luego abriste tus piernas para mí y tomaste mi polla. Fuiste un omega tan bueno, dejándome follarte así de fuerte. - Las manos del comisario dejaron las caderas de isidoro bastante marcadas, freddy coloco una mano en el cuello del mas joven acariciando el lugar y con la otra acaricio su estomago. Freddy aun no salia de el por lo que aun estaba ese pequeño bulto en su estomago.
- Me siento lleno -Gimoteo el omega, Freddy sonrio y se inclino aun mas sobre el para besarle, un beso distinto al anterior. Mucho mas calmado y cariñoso. - Freddy, Me duele.
- Tranquiliño, Estoy aqui - Susurro sobre sus labios, le dio un pico rapido y salio con cuidado el chico. Sin duda Isidoro era un omega que necesitaba los cuidados de un alpha como el y no el de una mujer cualquiera. - Estoy aqui.