5. Antes de las predefensas

1 0 0
                                    

El profe Alberto nos citó a todos el martes 5 de marzo para hablar con nosotros acerca de la predefensa, así como de los jurados que iban a estar para la presentación del proyecto. Recuerdo que los que asistimos ese día (fuimos muy poquitos) éramos Marcos, Dayana Gutiérrez, Nadia, Maribel, Beatriz y yo. Iba yo vestido con una franela negra, jeans azules y zapatos casuales, y también recuerdo que Tania iba con un suéter negro, jeans azules y zapatos deportivos blancos.

La predefensa estaba pautada para los días 14 y 15 de marzo (jueves y viernes). En lo referente a los jurados, uno de ellos iba a ser él, obviamente; los demás serían el profesor José Ramos y la profesora Carmen Freites, así como un cuarto jurado (después supimos que el otro jurado sería la profe Leydis Aliendres, nuestra profesora de Contabilidad I). También debía asistir a la presentación un portavoz de la empresa o comunidad objeto de estudio (en mi caso, el señor José Gregorio).

Y el profesor también nos dijo:

-Jóvenes, recuerden llevar el expediente de presentación en una carpeta manila, en la cual deben traer un formato de la evaluación del proyecto; un segundo formato para la exposición oral, el cual será individual para cada integrante, y un tercer formato para consideración del portavoz de la organización o comunidad. Y en lo referente a la producción axiomática, no olviden describir cómo se hizo cada actividad, la metodología utilizada y los resultados obtenidos.

Una vez que el profesor terminó de hablar con nosotros le pedí a Marcos que me esperara para el servicio comunitario, pues tenía que arreglar unas notas que no aparecían en mi récord académico, y aceptó. Como a las 2:50 pm me atendieron en Control de Estudios, y durante 35 minutos estuve expresándole a la secretaria las notas que no tenía registradas en el sistema y las de las materias que había reparado. Como llevé el récord que saqué anteriormente, me dieron uno nuevo en reemplazo del anterior.

Estuve tan concentrado en la labor de corrección que no me di cuenta de que Nadia estaba detrás de mí esperando su turno. Ella venía también a que le corrigieran unas notas en su récord, y solo cuando terminé la vi. Esta vez ella iba ataviada con un top blanco, los mismos jeans de la mañana y sandalias blancas.

-Hola Nadia. -La saludé.

-Hola Emmanuel. -Me respondió.

-¿Tú también vienes a arreglar unas notas? -Le pregunté.

-Sí, Emmanuel. -Me dijo.

-Ya yo arreglé mis notas. -Le dije a Nadia mostrándole mi récord. -Un dolor de cabeza menos. -Expresé.

-Qué bueno que ya pudiste solucionar lo de tus notas, Emmanuel. -Me respondió Nadia.

En ese momento me acordé que debía ir a casa de Karina para el servicio comunitario. Me despedí de Nadia con un abrazo y un beso, agarré el autobús de Las Casitas, y cuando llegué, Marcos y Karina ya estaban terminando la actividad. Así que me limité a anotar lo que se había hecho.

La Presentación de Proyecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora