4. Preensayos

2 0 0
                                    

Todos los grupos iban avanzados en sus proyectos, pero en mi equipo de trabajo las cosas no iban bien. Lenny y Christian habían dejado de asistir, y además, habían demostrado poco interés en el proyecto, por lo que Santiago y yo prácticamente hacíamos el trabajo entre los dos, por lo que ya llevábamos avanzado el proyecto.

Un día Santiago me llamó para decirme que lo sentía mucho, pero que él ya no iba a continuar en la carrera, lo que significaba que él ya no iba a estar presente en la exposición del proyecto. Intenté convencerlo, persuadirlo de que continuara, pero él no me escuchó. La mamá de Santiago se enteró de lo ocurrido y me ofreció ayuda, lo cual acepté. Incluso ella intercedió ante el profesor para que me dejara presentar, porque de todos los componentes del equipo de trabajo yo era el que había demostrado mayor responsabilidad y había dado la cara. Por fortuna, el profe Alberto comprendió y me autorizó a presentar el proyecto.

Los preensayos de Proyecto estaban pautados para el 20 y el 21 de febrero de 2024. Los primeros cuatro grupos presentarían el martes (día 20), y los últimos 4, el día siguiente. El profesor nos había dicho, además, que el día de la predefensa trajéramos una carpeta con unos baremos de evaluación, para el proyecto escrito y la exposición oral, así como un avance de las diapositivas, cuyo número no debía exceder de trece.

El 21 de febrero de 2024 me levanté temprano, me bañé, desayuné, me vestí y me fui al instituto. Llevaba puesta una chemise blanca con veleros estampados en negro, pantalón negro, zapatos casuales y mi suéter negro. Mi mamá tenía que dar clases en el liceo donde trabaja, así que no pudo asistir; pero la señora Celia sí asistiría a ver mi desempeño. Los preensayos serían a las 9:45 am, en el aula A-10, y llegué a la universidad como a las 9 en punto.

Mientras el profe Alberto llegaba, Josué y yo nos pusimos a conversar acerca del arancel de graduación y el paquete de grado. Recuerdo también que la señora Celia me había ofrecido hacer las pasantías en el punto de control migratorio del puerto de Guanta, y acepté. El profesor llegó como a las 10 am y me puse a ayudarlo a conectar el video beam. En lugar de una computadora portátil, el profe llevaba un pequeño CPU que solo constaba del botón de encendido y varios puertos USB, un teclado USB y un mouse óptico, además del proyector, el adaptador de corriente y la regleta. Fui el primero en ensayar, y lo hice con una soltura y precisión que conservo desde la escuela; total, desde niño estoy acostumbrado a hablar en público. Las observaciones que el profe Alberto me hizo fueron referentes a las diapositivas, que les pusiera un fondo más colorido (el fondo que escogí yo para hacer las mías era parecido a un pergamino) y actualizara el membrete, así como mencionar solo dos antecedentes de investigación y no mencionar porcentajes. Y como no me traje un apuntador, me sugirieron que llevara uno.

Los siguientes en exponer fueron Elena, Josué, Dayana Gutiérrez, Lucía y Alicia. El preensayo de ellos fue bueno, aunque Dayana se puso muy nerviosa (ella sufre de miedo escénico). Según el orden establecido en el sorteo, al grupo de Andrés, Jesús, Noriannys y Dayhani les tocaba hacer su preensayo, pero como no habían enviado sus diapositivas con anticipación, el grupo de Marcos, Beatriz, Elizabeth, Maryann y Karina hizo su preensayo, y ellos también lo hicieron bien.

Andrés tenía las diapositivas en su celular, así que les presté un cable USB a Noriannys y Dayhani para que hicieran el preensayo y me fui. No supe cómo les fue a ellos, pero lo que sí es cierto es que Noriannys se quedó con el cable USB que le presté.

La Presentación de Proyecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora