Gnit se encontraba sentado en un trono extravagante, como un buen rey que observa a su súbdito. Toda la sala está llena de decoraciones que exaltan su figura. Cuadros sobre él, algunos libros escritos por su puño y letra encima de una mesilla, signo de haber sido leídos recientemente y un tocadiscos con música sin lentes, música que da un ambiente señorial.
De todas formas nada de esto era nuevo para Heaven, quien es llamado por Gnit como si mejor, más leal y más confiable amigo. No era nada nuevo pues en esa sala era donde recibía los trabajos que, sin rechistar, siempre hacía.
El enmascarado de pelo oscuro bebía café a través de la máscara (de alguna manera) sentado en una silla de madera puesta enfrente del trono, a lo bajo de las escaleras que llegaban hasta éste.
Gnit apagó la música y empezó a hablar.- Gnit: El trabajo del que requiero tu ayuda va a hacer que te lluevan muchos verdes está vez amigo mío.
- Heaven: Entiendo.
Gnit siempre empezaba dándole información de cuánto dinero ganaría Heaven con el trabajo a pesar de que sabía perfectamente que a él no le importaba el dinero.
- Gnit: Debes matar a un Zorro.
- Heaven: ¿Quién es el Zorro?
- Gnit: Lo descubrirás cuando lo veas.
- Heaven: ¿Por qué la paga es generosa?
- Gnit: Porque somos amigos, estoy siendo generoso... No todos en esta organización mafiosa pueden ganar tanto.
- Heaven: Es un trabajo complicado, ¿cierto?
- Gnit: Rara vez no lo son.
- Heaven: Sabes a lo que me refiero.
Durante unos segundos el único sonido que hubo en esa habitación fue el del viento ahullando al entrar en contacto entre las ventanas entreabiertas.
- Heaven: Dime dónde es y teñiré de rojo el lugar.
- Gnit: Así me gusta. Una de las sedes del Zorro está en Portugal, y, este fin de semana se estima que estará por el lugar para cerrar un trato con una mafia mediana que está en nuestra contra. Te darán un informe con la localización exacta.
- Heaven: De acuerdo.
- Gnit: Demuestra el valor que tienes como mi espada ejecutora.
- Heaven: Si.
Heaven abandonó la habitación. Se fue a sus aposentos, una sala cuya decoración era parecida a la de Gnit, pero sin cuadros alabando la imagen de Heaven. Solo una habitación extravagante, como un cuarto de invitados que es una extensión del de Gnit.
Aún con la taza de café en su mano, se refleja en éste. Un rostro cubierto por una máscara que no deja ver la luz de sus ojos. Solo una inexpresiva mirada negra. Una mirada que llevaba siendo así mucho tiempo. Desde lo del bosque, quizá desde antes. Sí, desde mucho antes.
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Consort of Chains
General FictionTodos llevamos cadenas en algún momento de nuestras vidas, pero... ¿Podrán nuestros protagonistas liberarse de las ataduras que recorren su corazón? Y más importante, apresan su alma.