Capítulo 7

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04 de noviembre del 2000
- ¿QUE HICISTE QUÉ?

Sí, ese es Juan y su temperamento que se carga, si otra hubiera sido la situación no le hubiera dicho nada de lo que sucedió pero Norma está aquí así que se comporta tan manso que no me golpearía. Apenas llegué me estaba esperando sentado en una silla del comedor, y obvio me hice el loco pasándome de frente a mi cuarto, él me agarró del terno y me llevó nuevamente al comedor. Le conté lo que pasó, lo que me hicieron y lo que hice. De sus orejas salían humo, lo puedo jurar.

Entiendo porqué está enfurecido, siempre le ha jodido que traten a las personas como si fueran unos esclavos o una lacra que no sirven para otra cosa que no sea mover la cabeza de arriba a abajo o para los costados, y más si se trata de sus hermanos, siempre da la cara por nosotros pero ya tiene que aprender que podemos defendernos solos. Y que le haya dicho a Sara sus cuatro verdades prácticamente lo enloqueció, quiere ser feliz con Norma, lo entiendo, por eso no quiere meterse en más problemas, y lo hace por Óscar también, si se llegan a enterar, que espero no sea así, de que literalmente hice llorar a Sara, mi cabeza aparecerá en la entrada de la hacienda Elizondo como un trofeo.

Ahora me encuentro acostado en mi cama sin poder dormir, todo lo que ha pasado hoy día parece una película, el cruce con esa chica...Ruth, para mí ella no era Ruth, ella era mi hermana. Es que si le contaba a Juan hubiera salido disparado a ver si es real. Cómo explicar que es ella, claro que ya mayor, pero lo era, los mismos rasgos faciales, el cabello, la voz, TODO. Era una Libia grande.

Después, lo que llegué a decirle a Sara, ah...espero en verdad me disculpe, me pasé de lanza y dije cosas que ni siquiera pensaba de ella, ¿Sin sentimientos? Qué estaba pensando en ese momento, no, es que claramente no estaba pensando, podría incluso decir que tiene tanto sentimiento, pero guardado, hay algo que la delata, son sus ojos, pero ella disfraza esos sentimientos en odio, es una mezcla de emociones en ella que debería conocerse más a fondo. Pero a mí qué me importa, total, ya pasó.

"Franco, eres un mentiroso"

Sí, lo soy, parezco un remolino de tantas vueltas que doy, claro que me importa, sino ¿Por qué fué a buscarme?
¿Por qué quiso explicarse cuando simplemente pudo haberse ido? ¿Por qué?. No sé, necesito una segunda opinión, específicamente el de una mujer.

"Vamos, Franco, piensa...¡Eso es!"

Es una locura, pero ella me va a ayudar, hice una de las jodidas más grandes de mi vida, acostarme con mi amiga, fue una completa estupidez, experimentar con mi AMIGA, y ella también que no me dice el tipito de pareja que tiene, voy a ir, sí o sí, la cosa es...cómo salgo ahora.

Rosario debe saber mucho de estas cosas, nunca había visto eso en una chica y eso me tiene inquieto, entonces sabrá cómo solucionar este torbellino de ideas que van y vienen en mi cabeza.

Óscar está profundamente dormido, ronca como si no hubiera dormido en una semana, Óscar es Óscar. Solo tengo que cambiarme y salir hasta la sala sin zapatos.

Hago todo el recorrido descalzo y ahora el reto final...la puerta. Cómo carajos voy a abrirla si chilla como un ratón. Agarro la pestilla y poco a poco la voy jalando, para que no suene ese bendito rectángulo que se hace llamar puerta, me demoro una eternidad, la cuestión es que ni un ruido hago, y me siento libre al estar fuera.

Camino hasta el bar analizando en qué le voy a decir, estoy llendo para que me ayude con una mujer que nada que ver, no tiene porqué importarme, pero necesito dormir, mañana temprano el carro va a estar afuera y hacerlo esperar no es la mejor opción.

Pero, ¿Qué le diré?, "hice a llorar a una chica con mis palabras y no sé cómo pedirle que me disculpe", "¿alguna vez te has sentido mal por herir a una persona?" "¿Me crees si te digo que por primera vez me importa el sentimiento de una chica?".

Hasta reencontrarnos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora