Tormenta

446 24 1
                                    


El amanecer trajo consigo un aire de incertidumbre en la casa de los famosos. Karime y Gala, tras la revelación de su amor, se sintieron más unidas que nunca, pero la atmósfera en la casa seguía siendo tensa. Los murmullos sobre su relación no se habían detenido, y dos figuras en particular parecían ser el epicentro de la negatividad: Goma y Ricardo.

Goma, una participante conocida por su lengua afilada y su actitud provocadora, había estado alimentando los rumores, sus comentarios llenos de sarcasmo y desprecio. Ricardo, por su parte, era un hombre que siempre había estado en el centro de atención, y su ego herido tras la unión de Karime y Gala lo había llevado a unirse a Goma en su ataque.

Una tarde, mientras Karime y Gala se encontraban en el jardín, disfrutando de un momento a solas, escucharon risas provenientes de la terraza. Curiosas, se acercaron y vieron a Goma y Ricardo rodeados de varios participantes, riéndose y hablando en voz alta.

—¿Vieron cómo se ven juntas?— dijo Goma, con una sonrisa burlona. —Es como si estuvieran en una película de bajo presupuesto.

Las risas se intensificaron, y Karime sintió cómo la ira comenzaba a brotar en su interior. Gala, sintiendo la tensión en el aire, tomó la mano de Karime, buscando calmarla. —No les des poder— susurró.

—¿Sabes qué?— continuó Goma, ignorando la incomodidad que había creado. —No puedo esperar a ver cómo se rompen. No es que tengan una base sólida para comenzar.

Ricardo se unió a la conversación, soltando una risa sarcástica. —Exacto. No hay forma de que esto dure. Solo están buscando atención.

Karime no pudo contenerse más. Con determinación, se acercó a ellos, su corazón latiendo con fuerza. —¿Qué les pasa? No pueden hablar así de nosotras. Esto es real, y no es un espectáculo para ustedes.

Los murmullos se apagaron, y Goma se giró hacia Karime, con una expresión desafiante. —Oh, mira, la heroína ha venido a salvar el día. Esto es solo entretenimiento, cariño. ¿No puedes ver que nadie se lo toma en serio?

—No se trata de entretenimiento— respondió Gala, uniéndose a Karime y mirándola con firmeza. —Lo que tenemos es auténtico, y no necesitamos su aprobación para validar nuestra relación.

Ricardo, sintiéndose ofendido, se cruzó de brazos. —¿Auténtico? Por favor, lo que tienen es una fase. Cuando el verdadero mundo llegue, se darán cuenta de lo ridículas que son.

Karime sintió que la ira burbujeaba dentro de ella, pero Gala la tomó de la mano, recordándole que debían mantenerse firmes. —No voy a dejar que esto continúe— dijo Karime, su voz resonando en el aire.

—Tal vez deberías preguntarte a ti misma— comenzó Goma, con una mirada burlona. —¿Qué es lo que realmente quieres? Porque, sinceramente, no veo cómo esto puede terminar bien.

El ambiente se volvió tenso, y varios participantes comenzaron a murmurar, sintiéndose incómodos ante la confrontación. Karime y Gala, decididas a no dejar que Goma y Ricardo las derribaran, mantuvieron la mirada firme.

—¿Sabes qué?— dijo Gala, su voz clara y decidida. —La única opinión que importa es la nuestra. Y sabemos lo que sentimos.

Goma soltó una risa cínica. —Claro, sigue diciéndolo. Al final, la verdad siempre sale a la luz.

Karime, sintiendo que la situación se volvía cada vez más tensa, decidió que era momento de retirarse. —No tenemos que seguir aquí— dijo, mirando a Gala. —Vamos.

Ambas se dieron la vuelta y se alejaron, pero los murmullos continuaron resonando detrás de ellas. A medida que se alejaban, Karime sintió que la rabia y la frustración se apoderaban de ella. —No puedo creer que hayan hablado así— exclamó, mientras se dirigían a su habitación.

Gala la miró, sintiendo su dolor. —Lo sé, pero no podemos permitir que eso nos afecte. Ellos no saben lo que tenemos, y no importa lo que digan.

Karime respiró hondo, sintiendo que la calidez de Gala la envolvía. —Tienes razón. Pero duele. Quiero que todos vean lo que somos, que no somos una broma.

Esa noche, mientras la casa se sumía en un ambiente de tensión, Karime y Gala se retiraron a su refugio en el jardín. A pesar de las palabras de Goma y Ricardo, decidieron que su amor era más fuerte que cualquier ataque.

—No dejaré que ellos arruinen lo que hemos construido— afirmó Karime, mirando a Gala a los ojos. —Vamos a demostrarles que esto es real.

Gala sonrió, sintiendo que la determinación de Karime la llenaba de esperanza. —Estoy contigo en esto. Juntas, podemos enfrentar cualquier cosa.

Con el cielo estrellado como testigo, Karime y Gala se abrazaron, sintiendo la conexión que las unía. Sabían que tendrían que enfrentar más desafíos, pero también estaban decididas a luchar por su amor, sin importar lo que dijeran Goma y Ricardo.

A medida que la noche avanzaba, un nuevo fuego se encendía dentro de ellas. No solo estaban listas para enfrentar los rumores y la negatividad, sino que también estaban dispuestas a demostrar que su amor era auténtico, fuerte y digno de ser celebrado. Con cada paso que daban, Karime y Gala se sentían más empoderadas, decididas a escribir su propia historia, sin importar lo que los demás pensaran.

Mírame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora