Begin; Hugs.

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Beyond The Scene llevaba aproximadamente tres años desde su debut.

NamJoon, un líder carismático y orgulloso de sus muchachos, no podía estar más contento con el resultado que estaban teniendo con el paso de los días desde la creación de su grupo como tal. Poco a poco dejaban de ser "el grupo perdido de Big Hit" y se abrían paso con su propio concepto para callarles la boca a cada una de las personas que dudaron de sus competencias.

Dentro del grupo las relaciones eran muy amistosas y estables. Había un montón de confianza entre unos y otros. TaeHyung y HoSeok eran los chicos dulces y energéticos que mantenían la moral alta en el grupo. NamJoon el cerebro que sentaba los pies en la tierra junto a YoonGi. JiMin el adorable chico de los abrazos apretados. Jin el mayor en quien todos podían confiar. Y JungKook… JungKook era el chico bromista.

Muy pocas veces lo tomaban en serio. Y muy pocas veces este hablaba seriamente como tal.

Solía gastar bromas, ser egocéntrico y burlarse 24/7 de la destreza vocal de su segundo hyung mayor.

Por este motivo y otros tantos, nadie se esperaba, mucho menos JiMin, el tipo de problema existencial por el que pasaba el chico de rostro bonito.

JungKook estaba encerrado en el baño del primer piso mirándose frente al espejo.

Durante los dos primeros años de su carrera, él y los otros seis compartían la misma habitación para dormir. Disponían de tres camarotes, y estaban distribuidos bastante cerca, teniendo que acostumbrarse al pequeño espacio entre cada una.

En cierta medida.

Tenían un baño, una sala de estar relativamente modesta y muy, muy poca privacidad.

El tercer año tuvo apenas unos cuantos cambios.

La casa a la que se mudaron era un poco más grande que la anterior. Tenía tres habitaciones que dividieron en tres, dos y dos. Los maknaes en la habitación de arriba, y los hyungs en la habitación de abajo.

Comprenderán lo mucho que dolió en su orgullo cuando NamJoon lo dejó junto al otro maknae del grupo.

¡JiMin era un maknae, no un hyung!

Aunque JiMin se riera de su actitud infantil que volvía a confirmarles que no era eso un problema.

Nuevamente, la privacidad era realmente escasa. Y esta escasez comenzó a frustrar al maknae del grupo.

Se miraba el rostro de porcelana en el espejo grande del baño más amplio. Él podía apostar un riñón a que los miembros utilizaban ese espacio para… fines educativos.

Su mirada gacha y sus mejillas rosadas daban a entender las frustraciones por las que atravesaba.

Él jamás había tenido sexo, y, a sus 19 años, él definitivamente deseaba satisfacer sus necesidades humanas.

Por el contrato con Big Hit, tenía prohibido cualquier relación con personas externas a la empresa y en general, con los miembros del staff y/o el equipo que pudieran poner en juego su integridad física.

No podía tener novia, no podía salir con nadie, no podía masturbarse por el poco espacio que siempre disponía y mucho menos podía tener sexo porque antes muerto que confesar sus temores.

Contratar una prostituta quizás era la opción.

Y ahora que decía prostituta, ¿cómo lo hacía el chico de cabello plateado?

Su hyung tenía un año —casi dos— de trainee. Él definitivamente debía tener una respuesta a ello.

Sonrió con carisma y salió corriendo del baño luego de apagar la luz y juntar la puerta.

𝗹𝗶𝗺𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗲  ☆,  jikooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora