Step fourteen; Praise.

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A ojos de JiMin, la situación se estaba volviendo lentamente insostenible.

Le gustaba besar a JungKook, acariciar su cuerpo, ver su rostro divertido hecho añicos en un lindo recordatorio de quién tenía la última palabra al final del día. Su relación no había cambiado después de la advertencia que sembró y estaría encantado de decir que así debían seguir, pero estaba asustado.

JungKook era obstinado, lo conocía bien. A propósito buscaba indagar en sus gustos más recónditos para ponerlos en práctica y hacer de sus sesiones algo más que solo ameno. Sin embargo, Park no quería que el castaño confundiera las cosas. No ahora, después de estar él mismo con la estaca atravesada en el pecho.

Temía que solo fuera atracción física y le abandonara cuando encontrase a alguien mejor que él en todo aspecto.

—¡JiMinie!

El de cabellos grices suelta un grito y se cubre la boca con la mirada perdida en la pared, casi como si estuviera pidiéndole a su alma regresar dentro de su cuerpo después del susto que le dio Jeon.

JungKook se carcajea de lo fácil que le resulta tomarlo desprevenido.

—Eres un cobarde, ni siquiera soy feo para que te asustes así.

—Tocar no te va a matar, ¿sabes?

—¿Y darte tiempo para que me escondas cosas? Ni hablar, hay que ser muy sigiloso.

—¡Qué tiene de sigiloso abrir la puerta de golpe!

Se encoge de hombros.

—¿Y bien? ¿Qué necesitas?

JungKook se apresura en hacer uso de su "pase exclusivo para entrar a la habitación de los hyungs" y se sienta sobre la silla giratoria frente al escritorio.

—Yo... bueno... quería saber si tú...

Park levanta una ceja. Así comenzaba cada vez que tenía vergüenza de esclarecer sus necesidades. Era la oportunidad perfecta para decirle algo que pudiera incomodarle y así volver a trazar la línea divisoria entre romance y atracción.

—¿Querías saber si puedo enseñarte algo nuevo?

Asiente con los mofletes rosados.

JiMin guarda silencio un instante y comienza a rememorar el tipo de situaciones en las que se había envuelto y las que más había disfrutado. Quitando a JungKook y su perfecto rostro de la ecuación, la respuesta parecía ser siempre la misma: mujeres.

El pensamiento le hizo pasar saliva y logra así captar aún más la atención de JungKook.

¿Sería excesivo si...?

—No lo sé, Koo. Puede que sea demasiado.

El castaño boquea. ¡Se lo había cogido en pleno pasillo y resulta que "eso" era demasiado! Imposible, se negaba a creerlo.

—No seas tonto, nada es demasiado para mí.

Se cruza de brazos, casi ofendido. Entonces ve de reojo a su hyung. JiMin se levanta y busca dentro de la cómoda del lado izquierdo una caja de metal con una decoración demasiado bonita para el gusto del más alto.

Se la acerca y, al entregársela, deja sobre ella una caja más pequeña con un listón rosado.

JungKook abre el empaque más grande y se lleva una sorpresa al ver que allí había un conjunto muy bonito. Constaba de una blusa celeste con un escote modesto y un listón en la cintura, una falda tableada de color crema y un par de accesorios delicados.

Observa el contenido y luego a JiMin, curioso.

—Cuando dijiste que usarías una falda para el próximo comeback, no me imaginaba que sería así de corta. Digo, no está mal, pero creo que será difícil que la prensa lo ignore.

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⏰ Última actualización: Oct 25 ⏰

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𝗹𝗶𝗺𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗲  ☆,  jikooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora