La chica de los globos:
Eran las 11pm, la hora acordada de una cita que tenía, bueno, en realidad la cita era a las 9pm, pero que hacer cuando uno estaba enamorado? Aún que la palabra "enamorado" ya no cabía en ese momento, la chica a la que esperaba me había dejado plantado y un sentimiento de decepción surgió en mi esa noche.
Estaba en medio de la nada, la niebla hacía presencia haciendo que la forma de los árboles se tornen en sombras que me acompañaban en mi decepción amorosa.
Suspiré y miré la hora, las 11:15 PM, saqué de mi bolsillo una caja de cigarrillos, jamás había fumado la verdad, sin embargo un amigo me los dio para mí cita, sabor a canela segun el dijo para cuando quiera besarla, reí irónicamente, estaba por encender uno y de repente una voz cerca de mi susurró...
"No lo hagas, no vale la pena." En ese momento solté el cigarrillo, voltee a ver y una chica estába al frente mío, era una chica bastante extraña, llevaba un vestido algo corto, que resaltaba su bella silueta, la chica era bella, sin embargo tenía un aura extraña y lo que me llamó la atención es que llevaba consigo unos globos.
"Ten" me dio uno de color rojo.
"Esta noche dormirás tranquilo y sin pensar en ella."
Y luego de decir aquello la chica se marchó desapareciendo a lo lejos en medio de la niebla.
Al regresar a mi apartamento coloqué el globo en la habitación, sentí el dulce aroma de su perfume, me sentía cansado y decepcionado, decidí acostarme y dormir deseando que las palabras de aquella extraña chica se hagan realidad ya que no quería pensar en mí cita fallida.
Las horas pasaron, seguía disfrutando del dulce perfume hasta quedar dormido, fue entonces que la vi nuevamente, aquella chica misteriosa aparece en mis sueños, toma mi mano y acaricia mi rostro... "Te espero a las 11:20, no faltes a la cita." De repente desperté, había amanecido, como era posible aquello?
Observé mi habitación, el globo no estaba, acaso todo era un sueño? No, no lo era. Suspiré y recordé a la chica que me dejó plantado, tenía el corazón roto que ya no me importaba nada, fue entonces que aún que fuese un sueño iria al mismo lugar de ayer y aceptar la cita de aquella extraña chica de mi sueño.
El reloj marcaba las 11:20, había esperado en ese lugar en medio de la niebla, suspiré, era un sueño lo que me había ocurrido, a veces dudaba en mi decisión de venir, pero... La verdad es que quería despejar mi mente, sin embargo escuché aquella voz dulce y misteriosa...
"Que bueno que viniste a nuestra cita." Ella estaba frente a mi, llevaba su vestido corto, parecía una bella muñeca, bastante bella, la observé fijamente y ella hacía lo mismo, sentía que me dominaba. Los hechos eran un misterio, ella a través de un sueño me había citado a aquel lugar, quién era? No importaba quien era, tenerla cerca me hacía sentír tranquilo, en paz, luego aquella chica acarició mi mejilla, se acercó lentamente y unió sus labios con los míos. Aquella chica comenzó a besarme, sus labios dulces sabor a menta me dominaban, no resistí y la abracé de la cintura, le correspondí y profundicé aquel hermoso beso. No podía explicar aquella bella sensación, pero esos momentos me hicieron olvidar de todo, ya no sentía dolor, ya no sentía desamor, aquella bella y misteriosa chica había hecho latir mi corazón nuevamente.
El beso terminó, ella me miraba con destellos de amor
"Ahora soy la chica más feliz, gracias por darme este hermoso momento." Ella estaba por irse del lugar, sin explicación alguna
"Cómo te llamas" pregunté.
"Violet" Dijo simplemente continuando su camino hasta desaparecer en la niebla.
Minutos después decidí seguirla, pero no encontré rastro de ella, no lo había hecho antes ya que una fuerza impedía que me moviera, era algo realmente extraño.
****
Luego de aquella noche jamás volví a verla en mis sueños, jamás volví a verla. Las busqué, fuí a aquel lugar por varias noches esperando volver a verla, pero nada, no volvió a aquel lugar entre la niebla, había desaparecido totalmente.
4 meses habían pasado, seguía investigando sobre ella y no encontraba ninguna información, hasta que una ocasión encontré una pista, fue una ocasión que recorría un bosque, había un puente bastante alto y debajo de el un lago profundo, era hermoso la verdad, me acerqué y me sorprendí al ver unas letras de quel puente, el lugar se llamaba "Violet"...
En la noche desde mi computadora busqué Violet cómo lugar y en efecto encontré bastante información sobre aquel sitio. Violet... En aquel lugar había una historia de una chica, hace bastantes años ocurrió un triste suceso. Una chica enamorada terminó su vida en ese lugar, la historia contaba que el motivo era por amor, o más bien el desamor, no había resistido el despreció de su novio, de hacer todo para que el la quiera, incluso soportar que le sea infiel. ¿Hasta donde se puede llegar por amor? Me pregunté, sin embargo la historia de aquel artículo relataba que la chica jamás pudo dejar de amarlo, y al hacerlo por injusto que sea, ella sabía que a su amor hacia a el hacía que el desprecio aumente, fue por eso que ella por amor decidió que la única forma de que el chico sea feliz es que ella no esté más en el mundo, fue por eso que ella había optado por desaparecer en aquellas profundidades de aquel hermoso lago, teniendo un final dramático.
No sabía que pensar, simplemente sé y comprendía ese dolor, tal vez ella y yo somos algo parecidos, tal vez necesitábamos habernos conocido, solo que habíamos vivido épocas equivocadas, tal vez ella y yo éramos almas gemelas en otra vida. La chica de los globos, ahora se su significado, en aquel artículo la describían cómo una chica linda de buenos sentimientos, a veces infantil que disfrutaba de las pequeñas cosas como una niña, su alma transparente, y tal vez su inocencia hizo que sea frágil y la lastimaran bastante. Aquellas características describían a mí chica perfecta, si solamente yo hubiese llegado mucho antes al mundo para conocerla, hubiese hecho todo por cuidarla y protegerla, por amarla y hacerla feliz.
Se que de alguna forma desde donde esté ella sintió lo mismo, por alguna razón su alma seguía en este plano, esperando a su verdadero amor, esperando aquel momento de un beso eterno entre nosotros dos, esperando que tal vez en una vida próxima los dos estemos juntos para siempre.
Fin.
