Capitulo 4

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"Tu cuerpo; el infierno en el que no me importaría arder."


Wólfram


Puedo definir mi día en una sola palabra. M – I – E – R – D – A.

Desde que Sali de casa la lluvia no ha ayudado mucho, contando el hecho de que el puto tráfico no avanza y el tener que esperar me desespera a tal punto de querer golpear a la gente. Cuando voy aparcando en mi lugar reservado para cuando llego a la empresa, tomo el celular viendo que Amelia mando una foto de Lía comiendo unas fresas feliz de la vida mientras que sonríe al celular, lo que me saca una sonrisa leve antes de reaccionar a la foto y avanzar dentro del edificio. Cuando entro, los empleados están de un lado a otro caminando y platicando, como si para eso es que los contrataron; avanzo imponente en dirección al inútil de recepcionista que tengo aquí, si bien, ayuda a tener bajo el perfil en ciertas cosas que ocupo mantener en orden. Cuando voy llegando a su lugar parece que vio un fantasma, si su tono de piel es blanco, ahora parece que no existe.

- Bue... buenos días señor. – Responde el tartamudo, yo que recuerde podía tener la habilidad de hablar sin problemas.

- Mándame los reportes finales de mes, de los que se dicen llamar empleados de esta empresa, en especial del área de finanzas. – Digo tajante.

- Claro, lo tendrá en su escritorio dentro de dos horas mientras le doy aviso al señor Marck para que los prepare. – Dice más relajado.

- Lo quiero en treinta minutos, y si se atrasa dile que no vuelva a pisar este edificio. – Lo corto.

- Entendido. – Se pone aún más nervioso de lo que ya estaba. – Por cierto, le comento que la señorita Verlaine Belmont ya está en su piso esperando a que la entreviste. – Me sisea y yo frunzo el ceño.

- Verlaine?? – Repito. – Que hace aquí. – Digo.

- Le repito que ella está en espera de que usted llegue para la entrevista sobre el puesto de Andrea, ya que usted me dijo que pusiera el anuncio en la web. – Dice apresurado.

- Cierto. – Respondo, pero hago recuento de lo que dijo Dorian hace tiempo y en parte agradezco. – Pero no será necesario que siga arriba el anuncio, quítalo ya que la señorita que espera arriba obtuvo el puesto. – Menciono.

- Esta seguro?? – Comenta asombrado. – Paso las pruebas iniciales?? – Sigue jodiendome.

- Si te digo que lo quites, lo quitas, tu solo obedeces inútil. – Siseo enojado.

- Es más que obvio señor, una disculpa. – Oculta la cabeza.

- Como sea, dile a Martín que tenga su contrato listo para mañana. – Ordeno.

- En seguida. – Dice. – Por cierto, la señorita va subiendo con el señor Maddox, como dijo ayer, el quererlo a primera hora. – Me recuerda.

No respondo y avanzo a mi elevador, el idiota de Maddox parece que no aprende con las pocas palabras que soy capaz de darle, tres putas veces eh tenido que cambiar de asistente por el cabrón se las folla y no hacen su trabajo, hace dos años exactamente tuve la fortuna de conocer a Delia, Delia Verlaine Belmont, hija única del mejor amigo de Dorian y vaya jadeíta la mujer, lo único que recuerdo bien de aquella persona es el culo respingón que se cargaba, sería una pena que ya tuviese con quién compartirlo, hablando de su regordete trasero espero que siga igual, el elevador llega y con ello las ocho treinta y tres lo que me encantó a más ya que la puntualidad forma parte de mí y el tener gente esperando me disgusta.

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⏰ Última actualización: Sep 05 ⏰

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