Besame con el atrevimiento de no saber si es correcto.
Wolfram.
Distintas cosas acaban con mi jodida paciencia, una de ellas es la maldita impuntualidad.
La reunión con los de First Royal salió mejor de lo que pensé, si no fuese por su maldita irresponsabilidad a la hora de tener a la mano la Joint Venture, retomando cuentas, les hace más falta a ellos la alianza que a mí, como el jodido Dios que soy y todo lo que hago es perfecto, mi empresa es el número uno en el mercado automotriz y vaya el esfuerzo que tuve que realizar gracias a que mis padres querían que iniciara desde abajo.
Después de tres horas perdidas, por parte de los de First Royal que querían el 15% de acciones de BW International Company, cabe aclarar que fue un puto dolor de huevos el tener que escuchar sus idioteces sobre los posibles beneficios que se obtendrían con ello. Claramente les deje en claro que no pasaría, se supone que solo nos reuniríamos para estampar mi firma en esos papeles, y quisieron joder con las acciones.
Media hora más tarde estoy entrando a el imperio que tanto me costó forjar, todos se mueven de aquí hacia allá, caminando hacia mi elevador personalizado con mi escolta de dos guaruras, podrán decirme egocéntrico, clasista o hijo de papi, no lo niego, lo afirmo, y el hijo de papi esta de sobra ya que me rasque el lomo creando lo que tengo hoy en día.
Llegando al último piso donde se encuentra mi oficina, conforme voy camino a donde tengo la oficina me percato de que Andrea, mi secretaria personal, no está en su jodido lugar, todo el mes ha sido lo mismo y ciertamente solo se ha quedado aquí porque ocupo que se haga cargo de ciertas cosas de la oficina y contratos con los inversionistas.
Conforme me acerco a la puerta, empiezo a escuchar jadeos roncos y gemidos bastante agudos, me percato de quienes se tratan deduciendo el hecho de que mi asistente no está donde corresponde mientras que recuerdo el cómo Maddox me llamo para cancelar su asistencia en la comida de hoy con los inversionistas, por el supuesto inconveniente con su madre y su estado de salud, llegó al punto de que me estuvo mintiendo todo este jodido tiempo; con dos neuronas no es difícil deducir que sucede adentro.
Al abrir la puerta me percato de que Maddox se está cogiendo a mi secretaria, el sentado en la silla, ella cabalgándolo mientras el otro idiota le magrea los glúteos como si de dos pelotas se tratará.
El que Maddox le esté diciendo obscenidades y tratándola como si fuese su perra en turno, me deja pensando si la "gentil" Andrea que al inicio me daba miradas de "No rompo ni un pato" fue una fachada y siempre se estuvo tirando a Maddox en cualquier parte de esta oficina e incluso en su departamento.
- ¡¡¡Maddox!!! - Le grito al idiota que tengo de publicista y para mi desgracia de mejor amigo.
En cierto punto me pregunto cómo carajo deje que este idiota entrará a mi vida, peor aún, a mi empresa, supongo que en una de las tantas borracheras me lo encontré y lo adopte por lo miserable que se encontraba en ese entonces.
Creo que mi mayor obra de caridad fue el relacionarme con el.
- ¡¡¿Qué coño haces follando con tus conquistas dentro de mi puta oficina?!! - Le reclamo con la ira al cien por ciento, pasándome las manos por el cabello.
El tener que soportar yo esas tres horas con los inversionistas y sus jodidas propuestas para nuestra alianza me dio un dolor de huevos; y pensar que este imbécil mientras yo estaba haciendo parte de su trabajo, él estaba descargando su polla contra mi secretaría.
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Oscuros Secretos
No FicciónWolfram B. Keighley empresario que esconde oscuros secretos, y que, por una u otra razón, algo o alguien lo hará sacarlos a la luz. Delia Verlaine Belmont, buscando oportunidades de trabajo en su país deseado y que mejor que Londres, donde por desgr...