Capítulo 12.

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Jenn:


Semanas después.


Han pasado algunas semanas desde que rescate a Dak Ho, todo ha estado relativamente bien. Ahora vive con nosotros en la casa de Busan, se ha recuperado de manera favorable, aunque las cosas entre nosotros están muy tensas.

Me dice que me ama, que me adora. Pero no deja que me acerque a él, no deja que lo toque o lo acaricie, eso lo entiendo por qué paso por mucho estando con Summer, para el, fue un momento traumático, a veces lo escucho en las madrugadas, también cuando pasa mucho tiempo encerrado en el baño.

Ni siquiera ha podido hablar con Ryosuke sobre ello por qué siente vergüenza de que hayan abusado de el.

Dak Ho se ha estado haciendo el fuerte todo este tiempo, quiere demostrarles a todos que todo está bien, cuando el no lo está. No he logrado conseguir que hable conmigo, no siquiera me mira a los ojos cuando lo veo con solo el torso desnudo.

Todo eso me ha tenido muy mal y muy triste, el maldito viejo y esa zorra me lo cambiaron, ya no es el mismo de antes y quiero que regrese, quiero que aquel hombre fuerte y decido regrese a mi.

Ya nada es igual para nosotros tres. Ni siquiera con la llegada de mis hijos, nada ja mejorado entre nosotros, nada.

Entré a la habitación de Dak Ho, el estaba sentado en la cama mirando hacia la nada.

—Dak Ho —me miró—, en un rato estará el almuerzo, yo misma cociné.

—Gracias, saldré cuando esté listo.

—Llevas encerrado dos días aquí —me acerqué a él—, no me gusta que estés así, quiero que al menos compartas con nuestros hijos.

—Lo se y lo lamento, pero no me siento listo para poder salir, es extraño Jenn, creí que podría superarlo pero no, es horrible.

Me senté a su lado y lo abrace, no se que más hacer para hacerlo sentir bien y tranquilo.

—Jenn —lo miré—, quiero poder olvidarme de eso... Me molesta mucho no poder tocarte.

Me puse de pie e hice que el se levantara, le tome la mano para llevarlo al baño, yo me despoje de la ropa, luego le hice lo mismo a él, pero con calma.

Dak Ho no decía nada, estaba un poco tenso así que con cuidado pase mis manos por su abdomen y espalda, sonreí al ver que cerró sus ojos y relato su cuerpo. Había olvidado lo que era ver su enorme torso, lo grueso de sus brazos y lo pequeña que era su cintura.

—Dime si quieres que me detenga —me miró—, sabes que no voy a obligarte a nada.

—Me siento bien —murmuró.

Su rostro mostraba seguridad y calma, eso quería decir que estaba funcionando.

El mismo se terminó de desvestir, luego entramos a la ducha, deje salir el agua tibia sobre el, quería hacerlo regresar a mi. Con un poco de miedo, me atreví a besar su pecho, toque de nuevo su torso y lentamente baje mi mano hasta su vientre.

El y yo, no nos dejamos de mirar. Aquellos ojos oscuros me mostraban lo mismo que vi hace cinco años, deseo.

Dak Ho metió su mano en mi nuca para acercar su rostro al mío y besarme, aquel beso era tan fogoso y lleno de deseo que mi cuerpo se estremeció. El beso se estaba comenzando a poner salvaje e intenso. Gemi en sus labios al sentir sus manos sobre mi espalda y luego comenzaron a bajar.

Foster. |+18| #2 de la Bilogía Venganza. -PAUSADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora