Nier Automata: Viajes en el 12.º milenio

Capítulo 22: Intervalo 6 - El amo

Capítulo 22: Intervalo 6 - El amo

Intervalo 6 – ¿Qué no haremos por amor?

Reino de la Noche, año 4199

Me miré en el espejo del mueble del baño, preguntándome si lo que estaba a punto de hacer era una buena idea. Irme, dejar por fin esta ciudad a un lado y descubrir lo que hay fuera.

Tengo miedo, no tengo idea de lo que encontraré, dejaré la seguridad de un lugar familiar y me dirigiré hacia lo desconocido. Dejaré un lugar con agua, comida, refugio y recursos garantizados y emprenderé un viaje.

Dejaré atrás a Novi... Probablemente no por mucho tiempo, si muero en el camino, volveré a ver a Novi, si tengo éxito, volveré a ver a Novi. Si todo esto son solo creaciones de mi mente y me he vuelto completamente loca... Bueno... Solo espero que al final mi mente mantenga esta locura y me muestre lo que quiero ver.

"¿Estás listo para ir?" preguntó Manah.

Sin apartar la vista del espejo, me concentré en la niña vestida de rojo que estaba junto a la puerta del baño, justo detrás de mí.

—Todavía no, ten paciencia—respondí.

—Por supuesto, pero no tardes demasiado, tenemos un pacto, ¿no? Yo haré mi parte, pero solo si tú haces la tuya —respondió Manah, balanceándose de un lado a otro con una gran sonrisa en su rostro.

Suspirando mentalmente, me concentré de nuevo en mi reflejo. ¡Joder! ¡Pacto! Debo haberme vuelto loca, mírame, haciendo pactos mágicos con alucinaciones. ¿Hasta dónde has caído?

Hice lo mejor que pude para prepararme para el viaje, di unos pasos atrás, revisé si todo estaba en orden, me di una ducha e hice lo mejor que pude para cortarme el pelo y afeitarme.

También llevaba ropa no muy diferente a la que compré en la tienda cuando desperté en esta ciudad, por suerte logré encontrar una tienda similar.

Llevaba una gorra militar de camuflaje, una camiseta negra de manga larga, un pantalón militar negro con muchos bolsillos, botas militares negras, guantes de cuero marrón reforzado, un cinturón de nailon con hebilla metálica, rodilleras y coderas negras y para finalizar, una chaqueta con un patrón de camuflaje similar a la gorra.

Aparte de eso, había fundas para llevar mis armas y municiones.

Solo faltaba una cosa, colgando del cuello de mi chaqueta, eran unas gafas de sol, las agarré para taparme los ojos. No sé si era por la bebida, la falta de sueño y lo mucho que lloré últimamente, pero mis ojos estaban rojos, más rojos de lo que esperaba.

Me puse mis gafas y me miré nuevamente al espejo, pasé unos segundos en silencio antes de sonreír vacilante y hacer una pose con los dedos índices de ambas manos apuntando a mi reflejo y los pulgares levantados.

Me quedé así un rato, antes de que me temblara la comisura de la boca, seguido de los brazos, el temblor se hizo cada vez más grande, y podía oír mis dientes rechinar. Temblaba tanto que no podía mantener la postura.

Dios mío, ¡me veo horrible!

"¡AAAHHH!" Con un grito de rabia agarré los costados del mueble del baño y lo arranqué de la pared, los tornillos oxidados crujieron audiblemente, mientras que los azulejos de la pared se agrietaron y se rompieron con fuertes crujidos, cayendo al suelo poco después.

Sin pensarlo, arrojé el mueble al otro lado del baño, donde chocó contra la pared, dejando una serie de grietas en los azulejos, el espejo del mueble se hizo añicos, enviando una lluvia de fragmentos al suelo.

Respirando agitadamente, busqué algo más para desahogar mi ira, agarré el grifo y lo arranqué del lavabo, usándolo como un garrote para romper el lavabo, con una serie de gritos de ira, y lo reduje a un montón de pedazos.