Nier Automata: Viajes en el 12.º milenio

Capítulo 15: Episodio 5 - Una conversación sobre el tiempo

Capítulo 15: Episodio 5 - Una conversación sobre el tiempo

Episodio 5 – Una conversación sobre el tiempo y las civilizaciones

"Arena, ruinas y recuerdos, eso es todo lo que queda de los grandes edificios consumidos por el tiempo", le dije a POD 000 frente a mí mientras estábamos parados en el techo de un edificio enterrado en la arena, lo suficiente para que solo sobresaliera el techo.

Devola, Popola, 11B y yo estábamos en la zona cercana a la puerta de metal que bloqueaba el camino hacia el desierto, ya que Anemone no perdió tiempo en darme un trabajo. Me pidió que entregara piezas a Jackass, que ahora trabajaba en algo cerca de la puerta.

Al menos Anemone me está pagando.

En cuanto a los otros androides, cada uno se ocupó de algo, 11B le enseñó a Devola cómo usar una espada, lo que me sorprendió cuando el gemelo sacó una Claymore de la nada.

El entrenamiento consistía en luchar contra las máquinas de la zona. Oí sonidos de metal cortado que venían desde abajo y vi partes de máquinas que salían volando y luego caían.

Popola se quedó con Jackass, no sé qué estaban haciendo, pero los dos se llevaban bien, a juzgar por las risitas que escuché.

"Debes estar preguntándote qué quiero decir con eso. Así que mira a tu alrededor y lo entenderás", dije abriendo los brazos mientras POD 001 registraba el área circundante.

"¿Alguna vez te has preguntado cómo era este lugar antes de que la arena lo invadiera? Yo sí, pero desafortunadamente, después de todo solo podemos especular; el tiempo no es nuestro amigo". Caminé hacia la puerta de la terraza y la abrí de una patada.

"Pero puedo ayudarte a hacerte una idea". Bajé las escaleras y entré al edificio, bajando los pisos y viendo las máquinas de combate 11B y Devola a través de una ventana.

“Imagínate que eres un ser humano, no del tipo moderno, sino nómada, que caza su comida y se preocupa por su supervivencia todos los días. Viajas por el mundo buscando un lugar donde vivir durante un tiempo, adaptándote a la naturaleza que te rodea…” dije entrando en un apartamento.

"Pero llega un momento en el que ya no puedes moverte, no encuentras un nuevo lugar donde vivir, así que tienes que establecerte. ¿Qué haces?", le planteé esta pregunta a mis espectadores, pero no es como si alguien pudiera responderme ahora mismo.

—¡Sencillo! Exploras la naturaleza que te rodea, encuentras lo que tiene para ofrecerte e interfieres en ella. Aprendes a plantar y domesticar animales mediante la observación, el ensayo y el error, consiguiendo comida con mayor facilidad, luego la población de tu tribu aumenta y deja de ser una tribu, para convertirse en una sociedad compleja donde cada uno tiene su papel. Pero el tiempo se lo lleva todo —dije mirando un cuadro enmarcado en el apartamento.

—¡Todo lo que construiste y conquistaste ha sido olvidado! ¡Tus amigos y tu familia, todo, te lo han arrebatado y la gente del futuro ni siquiera sabrá de tu existencia! Eso es hasta que encuentren las ruinas de tu civilización. Pero siempre ha sido así, ¿no? —dije con nostalgia, pasando la mano por la mesa del comedor y frotando el polvo entre mis dedos.

—En este apartamento, por ejemplo, vivió alguien en algún momento. ¿Una familia? Probablemente sí. ¿Te imaginas cómo eran? Una familia no tiene por qué estar formada por personas relacionadas por lazos de sangre, también puede estar formada por personas cercanas entre sí, pero para el ejemplo, supongamos que la familia que vivía aquí estaba formada por un padre, una madre, un hijo y una hija. —Me senté en una silla frente a la mesa del comedor.

"¿Cómo eran? El padre podía tener el pelo rubio, negro, castaño o pelirrojo, podía ser alto, bajo, gordo o flaco, y lo mismo el resto de la familia. ¿Qué hacían? ¿Iban los niños a la escuela? Probablemente sí. Además, ¿sus padres?"