𝗜𝗺𝗶𝘁𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮. /𝖲𝖺𝗇𝖾𝗈𝖻𝖺

Usurpadora

-Y eso fue lo pasó.- Terminaba de narrar su anécdota con emoción mientras abrazaba su almohada en su pecho.

-¡Waaaaaa! Eso fue muy lindo ¿Por qué a mí no me pasa?- Kanroji lloriqueaba mientras tenía a Kaburamaru en manos.

-No te preocupes Mitsuri, estoy segura de que encontrarás a alguien que te ame mucho.-Shinobu intento animarla.- Y si quieres yo te puedo acompañar hasta que eso pase, para que no te sientas sola.- Una sonrisa amable se pinto en su rostro.

-Top formas de salir del clóset disimuladamente.

-¡Giyuu!

-Por eso nadie te quiere Tomioka.

-Tanjiro me quiere, es suficiente.- Se encogió de hombros.

-Basta. Una vez más ¡No estamos aquí para hablar de Tomioka!-Lo apuntó de forma acusadora.

-¿Por qué parece que todos están en mi contra? Osea, ¿Que onda con mis "amigos"?-Se cruzó de brazos mientras alzaba una ceja.

-Yo no estoy en tu contra Giyuu-san, son solo Shinobu y Obanai.- Se defendió la peli-rosa-verde mientras apuntaba a los mencionados.

-Es nuestra forma de quererte Tomioka.

-Yo no te quiero.-Desvío la mirada aún cruzado de brazos.- No tanto.

-Pero Sanemi también lo hacía ¿Eso quiere decir que no me odia?- Los observaba esperanzado.

-No. Corrección, es nuestra forma de quererte pero más la naturaleza de atacar al más pendejo.

-Concuerdo.

El azabache más alto frunció el ceño.

Estaban en una especie de pijamada pequeña en casa de Obanai. Este último había llamado a Kanroji para contarle como le había ido en su salida la tarde anterior; ni siquiera se dió cuenta cuando terminó con tres personas en su cuarto hablando tonterías pero sobretodo, criticando a Tomioka.

-Oigan.- Kanroji llamó la atención del grupo.- ¿Y si salimos a comer? Desde el accidente Obanai-Kun ah estado bastante estresado y pocas veces lo eh visto tranquilo, eso podría servir.

-Solo quieres una excusa para ir a tragar.

-¿Y lo malo? ¡Vamos!-Exclamó feliz.

Estaba decidido, y no había absolutamente nada que pudieran hacer al respecto.

Hace poco abrieron un restaurante nuevo en la ciudad, este ganaba popularidad cada día por su hospitalidad. Mitsuri Kanroji no podía esperar para ir a visitar ese lugar del que tanto se hablaba, pero no iría sola.

Al llegar pudieron ver porque era tan popular, era un lugar grande pero acogedor y muy bonito, donde la mayoría de las mesas tenían una bonita vista. Se sentaron en una mesa cerca de la entrada mientras esperaban ser atendidos.

-¿Que van a ordenar?

-Oh ¿Tienen Mochis Sakura? ¡Son mis favoritos!

-Bien ¡Entonces Mochis Sakura para usted! ¿Y los demás?- Preguntó amablemente el mesero que les atendía.

-Para mi Tororo Kombu.

-Para mi Soba.

-Y yo Tsukudani por favor.

Obanai, Giyuu y Shinobu ordenaron también en ese mismo orden y solo quedaba esperar su comida.

La comida llegó y todos empezaron a comer alegremente.

-¡Que rico!- Mitsuri exclamaba felizmente con cada bocado.

El azabache más bajo también está feliz, todos estaban tranquilos y disfrutando su comida.