Quiebre

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Si bien Lineki no recordaba mucho de su infancia, recordaba ese calor de sus padres que los abrazó a él y a su hermano por corto tiempo. Mientras ella estaba en coma, muchos recuerdos le vinieron a su mente. Haber estado jugando en el suelo de la modesta sala de estar con su madre y con su padre, el cual cada tanto sacaba llamas de su boca para hacer el papel de un temible dragón, lo cual para la edad de catorce y como ella lo recordaba, con las mejillas pecosas sonrojadas y riendo, mientras ella y su hermano rescataban a su madre de el temible dragón.

Lo más temible llegó unos minutos después tocando la puerta apaciblemente, tan pronto como su padre se acercaba a la puerta dejando atrás con un deje de diversión a su esposa y sus hijos que aún reían en el suelo de la sala de estar.

-Rin- escuchó decir algo asustado antes de que una ventisca helada entrara por toda su sala de estar hasta donde estaba ella con su hermano, pronto vio a su padre caer, y atrás de ella se desplomó su madre.

Aquella mujer peli-blanca se acercó a ellos, inyectándoles algo y ellos cayeron profundamente dormidos.

Recuerda haberse levantado en una camilla rodeada de doctores y, esa, mujer. Ella no escuchaba pero sentía todas las agujas que se clavaban en su cuerpo.

Recuerda a Keigo ayudándole a volar y cuidándola cuando sus alas estaban por salir.

Entonces con ese recuerdo se levantó viendo a Keigo visiblemente asustado al lado de su cama, la abrazo muy fuerte y le explicó lo sucedido, sentía su cabeza más ligera revelando que su pelo que antes le daba por la cintura estaba por encima de sus hombros, que tenía nuevas cicatrices en sus brazos.

Al llegar sus amigos fue Yunemi, su mejor amigo, el cual apareció de repente en la habitación seguido de unos rayos turquesas, ella lo miró extrañado pero no tuvo oportunidad de decir nada pues detrás de él por un portal salió su hermano y su mejor amiga. Los tres se abalanzaron sobre ella abrazándola y diciendo lo mucho que la habían extrañado.

Después de eso y con un poco de ayuda de Lee, logró llegar a la Oficina de "Rei", que ahora gracias a sus recuerdos sabía que no era su nombre. La mujer la vió de pies a cabeza por unos minutos, dejando salir una carcajada.

-Rin- la mujer dejó de reír para verla con odio- ¿ese es tu nombre verdad? no trates de ocultarlo el coma me sirvió para recordar un par de cosas- la menor rió sin gracia- tu y yo teníamos un trato, no volver a poner más quirks y yo completaba tus estúpidas misiones, entonces porque carajo lo primero que veo al despertar es a Yumi con otro quirk-

-Mira mocosa insolente- empezó la peliblanca- puede que hayas descubierto mi identidad, pero eso no significa nada, le di otro quirk a Yumi porque pensé que finalmente ibas a morir, y al parecer me equivoqué- soltó sin más

-Algun puto y buen día vas a caer Rin- dijo abriendo la puerta de la oficina- Y espero estar ese día ahí para ver como te retuerces en tu propia mierda- cerro de un portazo para luego ir al departamento de Keigo.

Ella no tenía suficientes pruebas para poder revelar la verdadera identidad de esa mujer, pero solo bastaría un año y medio para que ella pueda hacer feliz a una familia, para liberarla a ella y sus hermanos y finalmente poder ser feliz.

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Hola estrellitas!

Espero les esté gustando la historia, falta un capitulo para que termine lo que he escrito, sin embargo aceto pedidos de lo que quisieran ver en este fanfic!

Hayden Fuera!

Secretos de la comisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora