Melancolía

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Lucifer con un chasquido de dedos hizo que apareciera un collar con el nombre grabado en una placa roja con forma de manzana_ ven aquí, así los demás no te llamarán solo gato.

El felino se le quedó viendo, parecía hasta asustado y que en cualquier momento se pondría a la defensiva.

–Mira, no lo veas como que te estoy tomando como mi pertenencia o mi mascota, pero si sales será más sencillo encontrarte y que a otros no se les ocurra lastimarte_ eso tenía sentido para Alastor simplemente le estaba dando el beneficio de aparentar ser de su propiedad sin un vínculo verdadero así que terminó acercándose a su regazo.

Lucifer no lo sabría porque la caja en la que dormía el gato fue quemada pero el gato ocultaba secretos que iría revelando de a poco, al menos hasta que pudiera volver a hablar.

Ambos bajaron las escaleras luego de que el soberano limpiará sus ropas con un chasquido de dedos, el felino se preguntaba hasta donde llegaría su poder, este sonriendo lo cargo en sus brazos para presentarse ahora si a los amigos de su hija.

–Papá, ellos son Angel Dust, mi primer residente y Vaggie mi novia_ explicó la princesa, para el gato era obvio que parecían muy cercanas y que la de pelo gris la seguía mucho.

–Que bonita sorpresa, ven aquí Maggie_ dijo el soberano dejando al gato en el piso, no quería aplastarlo nuevamente.

La chica se acercó y el rey le dió un abrazo fuerte tanto que hasta se escucharon crujir sus huesos.

–Un gusto señor_ dijo ella recuperando el aliento, padre e hija parecían ser muy entusiastas.

–Llamame suegro_ le guiño el ojo_ y este felino amigo se llama catlastor_ el aludido dió una vuelta como si fuera una pasarela «Que ego tal alto o quizá solo está mostrando que ya esta limpio y curado para que lo dejen quedarse»

–¿Estaba muy herido papá?_ pregunto la princesa al verlo andar como si nada y con un pato de goma de los que su padre creaba.

–Parecia una herida vieja que no sanaba por completo. Pero no te preocupes ya esta bien, use un poco de magia_ el gato se subió a su hombro y lamió su mejilla_ ¿Si puede quedarse conmigo verdad?_ pregunto viéndolas, parecía un niño pequeño pidiendo algo de la tienda.

–Angel tiene a su cerdito así que no veo porque no_ Vaggie le dió un asentamiento.

–Mientras se comporte y no haga travesuras_ agrego la de pelo gris viéndolo fijamente, no sabía porque ese gato y el demonio radio compartan nombre, el felino negó con la cabeza y se pegó al pantalón del rey con un ronroneo, quizá le traería más beneficios estar cerca de él y fingir ser su mascota.

Cuándo llegó el momento de la cena catlastor también se unió a la mesa.

–Parece que se siente humano_ comento un poco divertida Charlie.

«No me siento, soy humano» pensó un poco enojado por no poder soltar más que maullidos «Este sitio necesita ayuda urgente parece estar en la ruina»

Esa noche se escabullo fuera del hotel y convocó a dos almas que estaban a su servicio, una pequeña pelirroja que de inmediato lo abrazó y un gato gruñón de alas.

–¿Qué quieres y porque estás así?_ pregunto Husk con un ceño fruncido.

El felino hizo aparecer una hoja en la que se leía: “Una larga historia, necesito que se queden aquí y trabajen en la que encuentro la forma de librarme de esta maldición"

–¿Y si me niego a colaborar?_ preguntó.

El papel cambio sus letras “Tu alma será despedazada y los gritos serán transmitidos en la radio" mostró sus dientes, aunque su forma fuera diferente aún poseía sus almas.

La MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora