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Cuando Inosuke despertó, sentía su cuerpo algo caliente y desorientado, quizás se debía a las fuertes feromonas del pelirrojo, ¿Será que tengo fiebre?, pensó, pronto se dió cuenta de que algo lo apresaba fuertemente de la cintura. era Tanjiro.

No pudo evitar sentir un hormigueo en su estómago y las mejillas ponerse más calientes de lo que ya estaban, ¿No era esa una posición algo íntima?, además, había algo duro chocando contra sus glúteos, pensó que quizás era su katana pero no recordaba que el Alfa la tuviera cuando llegaron a esa cueva.

Dejando eso de lado, trató de despertar a Tanjiro, por la vista que tenía afuera de la cueva el sol estaba en pleno alto, es decir, que era hora del almuerzo, él moría de hambre.

—¡Oe, Gengoro, muero de hambre!— Eso pareció alertar al pelirrojo que inmediatamente se separó de Inosuke.—Ya es medio día y no hemos comido, será mejor que regresemos- — Rápidamente Tanjiro se alejó del nido, preparó el fuego y se puso a pelar el conejo sin hacer caso a lo dicho por Inosuke, haciendo que este se irrite.— ¡Me estas ignorando de nuevo!

—Momento— Fue lo único que pronunció Tanjiro antes de seguir con su labor con el conejo, Inosuke observó con el ceño fruncido tratando de descifrar que es lo que quiso decir, pero al no entender nada, solo se quedó callado y observó.

Al pasar de unos minutos, Tanjiro se acercó a Inosuke ofreciéndole el conejo ya cocinado, éste desprendía un olor delicioso haciendo que Inosuke babeara al tenerlo cerca así que tomó al conejo del palo que le puso Tanjiro para que no se quemara y le dió un gran mordisco, maravillándose por la textura que tenía, sin duda el pelirrojo lo habia cocinado en su punto.

Sonrió con placer al sentir sus papilas gustativas inundarse de ese delicioso sabor, pero luego pasó a estar sorprendido cuando Tanjiro se posó detrás de él y apresó su cintura con sus brazos mientras sus piernas se enredaban con las suyas en la posición de indio.

—Oye, Santaro, estoy comiendo— Avisó Inosuke, eso no pareció importarle al pelirrojo, más bien, hizo que hundiera su cara en el cuello del Azabache, frotándose y buscando más contacto.— Eres raro— Dijo, pero continuó comiendo aún con la incomodidad que tenia en el estómago por la posición en la que se encontraba con Tanjiro, además de que este no había dejado de restregarse contra él, olerlo y acariciarle el cabello, ¿Qué díablos le pasa a Monjiro?

Pronto, acabó su comida sintiéndose felizmente saciado, se percató de algo, en todo el rato que Tanjiro había estado pegado a él, también se encontraba caliente, así que pensó que ir a darse un baño sería buena idea.

—Me estoy aburriendo aquí— Excusó, Tanjiro le dirigió una mirada llena de tristeza y aflicción que hicieron que el corazón de Inosuke se encogiera— Quiero decir, no nos hemos dado un baño, ¿Debe haber un río por aquí cerca, no?— Tanjiro pareció cambiar drásticamente y asintió feliz.

—Vamos— El Alfa se levantó e Inosuke estuvo a punto de hacerlo, de no ser porque los brazos del pelirrojo lo rodearon, levantándolo al estilo princesa.

—¡No estoy incapacitado puedo caminar!— Tanjiro solo asintió y continuó caminando, eso le parecía otra cosa rara, Tanjiro solía siempre ser muy hablador, pero ahora se limitaba a decir unas cuantas palabras, eso intrigó al salvaje.

Cuando llegaron al río, Inosuke abrió sus ojos con asombro, era un hermoso lago, había mucha vegetación de color muy verduzco, una gran sonrisa adornó su rostro y estuvo a punto de saltar hacia el río de no ser por los brazos que lo apresaban. Tanjiro con paciencia se desvistió dejando solo su pantalón interior, Inosuke lo imitó y saltó directamente al agua dándose un gran chapuzón.

- ̗̀✦ ¡Quédate en el nido! ✦ - ̗̀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora