El reinado del príncipe

1.1

Capítulo 01
El Legado del príncipe.

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En la vasta sala de entrenamiento del castillo, apenas iluminada por la tenue luz que se filtraba a través de las estrechas ventanas de piedra, Severus Prince se encontraba inmerso en la práctica; La atmósfera era densa y opresiva, pero para él, el entorno era ideal, pues en la penumbra encontraba la fuente de su poder.

Con un movimiento de su mano derecha, las sombras de la sala comenzaron a alargarse y retorcerse, despegándose del suelo y de las paredes, obedeciendo su voluntad. Sus ojos oscuros, fijos y concentrados, brillaban con un destello sobrenatural mientras manipulaba la oscuridad a su alrededor. Las sombras se arremolinaban en torno a él, adoptando formas cambiantes, hasta que con un ligero giro de su muñeca, formaron un intrincado círculo de criaturas sombrías que se movían con gracia en un baile silencioso.

Severus extendió su mano izquierda hacia la pared más cercana, y las sombras se abrieron como una cortina, revelando un portal oscuro que vibraba con energía inestable. Sin apartar la mirada, dio un paso hacia el portal, sintiendo la atracción de la oscuridad en su piel, como si la misma noche lo invitara a desaparecer en su abrazo.

Antes de atravesar el umbral, giró rápidamente sobre sus talones, extendiendo ambos brazos hacia el centro de la sala. Las sombras obedecieron su mandato, formando una densa barrera que lo ocultó por completo de la vista, convirtiéndolo en parte del entorno oscuro. En ese instante, una sonrisa apenas perceptible cruzó su rostro al sentir la conexión completa con la magia de su linaje, una sensación de control absoluto sobre el entorno que lo rodeaba.

Sin embargo, su concentración fue rota abruptamente por el sonido de pasos apresurados que resonaron en la entrada de la sala. La barrera de sombras se desvaneció en un suspiro cuando Severus volvió su atención hacia la puerta. Un joven escudero entró a la sala, su respiración agitada y su expresión de urgencia claramente visibles en su rostro.

"Mi señor, el rey lo está buscando," anunció el escudero Tonks, inclinándose ligeramente en señal de respeto.

Severus asintió, dejando que las sombras se disiparan lentamente, retornando a su estado inerte en las esquinas de la sala. Aunque su mente seguía atrapada en los ecos de la magia que acababa de emplear, sabía que no podía ignorar el llamado de su abuelo.

"Dile que estaré con el en un momento," respondió Severus con su inusual tono. No esperaba que su abuelo interrumpiera su práctica de sombras.

El escudero asintió y se retiró tan rápido como había llegado, dejándolo solo una vez más en la sala que ahora parecía más vacía sin las sombras danzantes.

Severus suspiró y, tras una última mirada a su entorno, se encaminó hacia la salida.

Al cruzar el umbral, su mirada se suavizó al encontrarse con Lily esperándolo en el pasillo subyacente. Ella, como siempre, había permanecido cerca, esperando pacientemente a que el príncipe terminara su entrenamiento.

Lily se acercó, su vestido claro contrastando con la oscuridad de los pasillos de piedra. A pesar de su posición como dama de compañía, su relación con Severus era más cercana que lo que el protocolo sugería. Los años compartidos habían forjado una confianza mutua, y aunque nunca olvidaba su lugar, se permitía hablarle con la franqueza de una amiga.

"¿Como fue la práctica hoy, mi príncipe." Preguntó con una sonrisa.

Severus levantó su mentón y caminó a su lado. "Me interrumpieron antes de poder concluirla, Lily. Mi abuelo me ha convocado," tal vez su tono mostraba más de lo que él mismo Severus hacía, ya que Lily frunció ligeramente el ceño.