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Feliz Cumpleaños, Rebe - dijo mi madre - Te amo, hija.

Gracias, Mami - mi paz se vio interrumpida al ver llegar a Iván -

¿Y eso? , Amor - pregunto mi madre al ver un range rover y regalos.

Son para Rebeca. - se acercó - Feliz Cumpleaños, Bonita - tomándome de la cintura y dandome un descarado beso casi en los labios

Iván, eres un excelente hombre - dijo mi madre -

Gracias, Amor - Iván la sostenia entre sus brazos y comenzó a besarla sin dejar de mirarme -

Ya me voy. - me moria de asco al ver sus intenciones -

Buen Dia, Ivana.

Feliz Cumple - dijo - No hay problema para ti si vienen mis Tios, ¿verdad?

No, no hay problema - dije sonriendo recordando que nuevamente veria a Ovidio -

Bueno. Tambien vendrán algunos amigos de la familia. -

Habian pasado algunas horas, llegaron muchos invitados, la mayoría eran amigos y familiares de Iván y de mi Madre.

Sonríe al ver a Ovidio. Pero habia llegado con una mujer y tres niñas.

Feliz Cumpleaños. - dijo en voz baja y sonriendo, él era diferente -

¡Gracias! - No lo evite y lo abracé, tonta y grosera idea, pues la mujer estaba molesta -

La situación incomoda se terminó cuando Alfredo también se acercó para felicitarme.

No podia negar que esta era la mejor fiesta de cumpleaños en mi vida.

Estaba un poco cansada, decidí entrar a la casa, fui a la oficina de Iván suponiendo que ese era el lugar más tranquilo.

¿Por que me evades? - escuché que Ovidio - ¿Te incómodo lo que sucedió?

No. - respondí, senti un escalofrío, ni siquiera podia sostener una conversación-

Rebeca - me sostuvo por la cintura, pegandome contra su cuerpo -

Sin decir más comenzamos a besarnos apasionadamente, se que esta mal pero era algo inevitable.

Me recostó en el escritorio, comencé a desabotonarle la camisa, me bajó un poco el vestido, hubo besos en los labios, en el cuello, todos con tanta intensidad, nunca imaginé que estaría así. Esto fue algo único.

¡Rebeca! - escuché un grito -

Era Iván, estaba furioso.

¡Maldita sea! - se acercó a nosotros - ¡Que te dije imbécil! - alejó a Ovidio de mí y lo tiro contra el piso -

¡No! - grite - ¡Ivan!

Ivan empezó a golpear a Ovidio y este no reaccionó en absoluto, yo intenté separarlo. Ivan levantó a Ovidio del suelo y fue entonces cuando se defendió.

Por favor basta. - dije llorando -

Iván, ya tranquilo. - dijo Ovidio - Adriana esta aquí.

¿Y a mi eso que? Tu eres el imbécil.

Es tu hermano. - respondí -

Vete de aquí, Ovidio. - dijo empujadonos a ambos fuera de la oficina.



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