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Jamás entendería por qué mis padres me trataban de esa manera, por qué todo lo que hacía les molestaba, cualquier cosa que hiciera les parecía algo malo. Tal vez era por fueron padres cuando apenas eran unos adolescentes, mi madre tenía 15 años y mi padre 16. Actualmente tenían 30 y 31.

En esta ocasión simplemente lo ignoré, estaba muy cansada y tenía otras cosas en mente. Muy rápido me quedé dormida.

¿Rebecca, puedes ayudarme con mis tareas? No entiendo nada sobre matemáticas.

Claro, te ayudo.

¿Vamos a mi casa? - dijo Ivana -

¿Pero no se molestan contigo? Es que últimamente he ido mucho.

¡Claro que no! ¿O a dónde más podemos ir? ¿A tu casa?

¡No! ¡Estoy muy mal con mis padres! ¡Cada día peor!

¿Entonces? Si estás en mi casa te olvidas por un tiempo de esos problemas. También estará Norma, no te preocupes.

Entonces cuando ya estábamos en su casa, mientras las ayudaba en su tarea.

Norma le murmuró algo a el oidio a Ivana, entonces Ivana me habló. Me molestaba mucho que las personas hicieran eso.

Rebecca, puedes dejar de venir con ropa tan ajustada - en ese momento llevaba una blusa de tirantes, con un pantalón pegado - Es que ya estás creciendo y se te nota más.

¡Y claro que se notaba más! Entonces me sentí avergonzada nuevamente. 

- cuando Ivana notó que su padre había llegado, dijo- ¿Vamos mejor a ni habitación? Allá estaremos más tranquilas.

De pronto comenzó a llover. Entonces Ivana propuso que nos que durmieramos en su casa.

Norma y yo nos quedaríamos en la habitación con Ivana.

En plena madrugada necesitaba beber un poco de agua, entonces fui a la cocina por qué Ivana me dio permiso.

Allí estaba Iván y me miraba de arriba abajo. Tome rápido el vaso con agua, pero él comenzó a acercarse a mi.

Hola - dijo Iván -

Buenas Noches Señor. - dije bajando la mirada, intenté irme pero él me tomó de la mano -

¿Que sucede? - pero solo me acercó más a él y sin decir nada me besó -

Era extraño, nunca antes había besado a alguien. No tenia la intención pero le seguí el beso.

¡No! - dije separadome de él - Soy amiga de su hija.

Él simplemente me ignoró y volvió a besarme, era imposible no seguir el beso, ese hombre sabía manipular sin decir una sola palabra. Entonces comenzó a poner sus manos en mi cintura, subiendo un poco mi blusa, comenzó a desabrochar unos cuantos botones de su camisa, yo bajé los tirantes de mi blusa y continuamos besándonos. Estaba tan cansada que no podía pensar bien y me deje llevar, entonces fuimos hasta su habitación.

Desperté casi al amanecer, me levanté rápido y comencé a vestirme al ver qué estaba en la habitación de Iván. Creí que todo había sido un sueño de adolescente.

Con mucho cuidado fui hasta la habitación con Ivana y Norma. Solo espere a que Ivana despertara para poder irme.

Cuando regresé a casa, escuché que mis padres discutían, pero cuando me vieron dejaron de gritarse.

Rebecca, tenemos que hablar contigo. - dijo mi padre -

¿Que sucede? - me sorprendí al ver qué no se molestaron al verme llegar, no pase la noche en casa-

Ya no podemos más. Nos vamos a divorciar, desde hace semanas estamos en proceso de divorcio. Natalia así lo decidió - dijo mi padre -

No podía decir nada, no me importa tanto después de todo, tal vez así ambos me prestarían más atención.

TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora