Capitulo 1

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Destacar no era algo tan aclamado por alguien como él. Vivir con honor, tradición y lealtad a su señor eran algunos de los valores que, como samurái, tenía plasmados en su forma de ser. Desde joven, esas enseñanzas habían sido inculcadas en su corazón y mente, moldeando cada decisión y acción que tomaba. La vida de un samurái no era fácil, pero estaba llena de propósito y significado.

Con una sensación de orgullo por haber llegado hasta aquí, se sentía redundante. Sin embargo, había una molestia que lo hacía sentirse ajeno últimamente. Esa molestia se había vuelto más evidente con el tiempo, una inquietud que no podía ignorar. Cabalgando en su caballo, un pedido de auxilio proveniente de una aldea cercana resonaba en las cartas. La urgencia de la situación lo obligaba a actuar con rapidez y determinación.

—¡Un Oni se roba nuestra comida!—. Sinceramente, los Onis siempre eran considerados por él más como leyendas que como otra cosa. Historias contadas para asustar a los niños y mantenerlos en línea. Pero asustarse por cuentos de ese tipo, para un samurái, era algo ilógico. La lógica y la razón eran sus guías, no los mitos y leyendas.

Sin embargo, últimamente entre los suyos se venía escuchando tanto acerca de esto que los entrenamientos habían sido aumentados, volviéndose más diligentes. "Seres con habilidades sobrenaturales azotaban la tranquilidad de nuestro pueblo: Onis, Kappas, monstruos...". Suspiró mientras apresuraba el paso. Las palabras de sus compañeros resonaban en su mente, y no podía ignorar la creciente preocupación entre ellos.

Al llegar a la aldea en cuestión, pudo finalmente visualizar a grupos de personas arremolinadas en el centro del lugar con antorchas, palos, y alguna que otra herramienta. El ambiente estaba cargado de tensión y miedo. El sonido de la muchedumbre aceleró su corazón y concentración. Había una mezcla de pánico y desesperación en el aire.

—¡Mi señor!—. Un hombre se acercó a él, con la respiración agitada y los ojos llenos de angustia.

—¿Qué sucede aquí?—. La información ahora era importante. Necesitaba entender la situación para poder actuar de manera efectiva.

—¡Una cosa! ¡Un ser deforme! No... ¡No tenía cuerpo! ¡Era viscoso y asqueroso!—. Frunciendo el ceño, bajó de su caballo. La descripción del hombre era confusa e inquietante.

—¿Está seguro de que no estás borracho y me estás jugando una broma?—. Trató de mantener la calma y la razón en medio del caos.

Mucha gente a su alrededor negó con la cabeza de inmediato. La seriedad en sus rostros indicaba que no era una broma.

—No, mi señor, ¡es real! ¡Era algo inhumano! ¡No tenía cuerpo! ¡Era tan... ugh... espeluznante!—. Un tarareo se escuchó en su boca. La gente estaba claramente aterrorizada.

Analizando el hecho de que todos coincidían, era más que obvio que esto no podía ser una simple casualidad. Algo extraño y perturbador estaba ocurriendo.

—Veo... Entonces déjenmelo a mí... Vayan a sus casas y no salgan—. Esa simple orden puso a todos en calma y obedecieron su pedido. La autoridad en su voz les daba un respiro de esperanza.

Solo dos hombres se quedaron para enseñarle dónde encontraron aquel demonio que tanto describían. Sus rostros reflejaban el miedo y la desesperación.

El granero o una bodega, donde el arroz, frijol y diferentes provisiones se guardaban, habían sido saqueados sin duda. Los sacos rotos y el grano esparcido por el suelo eran evidencia clara del saqueo.

—¡Aquí fue, mi señor! ¡Esa cosa se estaba robando baldes enteros de arroz!—. Uno de los hombres señaló con mano temblorosa.

—¿Cómo podía cargar tanto?—, preguntó Izuku mientras inspeccionaba el área, viendo un rastro que conducía hacia el bosque. La lógica no cuadraba con la descripción del ser.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2024 ⏰

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