Más allá del INFINITO

Maldito sueño

Mierda.

Mierda, mierda, mierda. No puedo estar en la mismo habitación que él ni un segundo más. Después del sueño erótico de esta noche que no paraba de tener no puedo ni siquiera dirigirle una palabra sin perder los estribos de la conversación.                                          

-Me has echado de menos Juliet- genial ya venimos con ese tono burlón. Lo que me faltaba para no salir corriendo de este lugar.

Tengo que mantener la calma o si no se dará cuenta de que algo está pasando y no parará de hacerme preguntas y me temo que se me acabará escapando el tema del maldito sueño.

-Te has quedado muda o algo- dice Ares al ver que no contesto.

-Capullo- contesto yo, respondiendo a la broma que acaba de hacer.

-Veo que no - dice el mientras va a sentarse al sofá. Dejándome un sitio a su lado. Yo en su lugar me voy a la otra punta para estar lo más lejos de él. Cosa que hace que me mire con una ceja levantada sin acabar de entender lo que acaba de pasar.

Estuvimos hablando un buen rato cambiando cada poco tiempo del tema de la conversación. Intentaba intercambiar las mínimas palabras con Ares, pero me lo ponía bastante difícil, entre él que siempre me dirigía alguna que otra mirada y Eli que siempre hacía preguntas para que nos dirijieramos algunas palabras.

-Ay mierda- dice Harry derrepente mientras se levanta y va corriendo hacia la cocina- No mi pasta, se ha echado a perder- dice mientras levanta la tapa, de donde se suponía que estaba lo que antes era pasta.

-Parece que el chef se a despistado- dice Ares entre risas. Cosa que solo hace que se gane una colleja de la novia de Harry.

-No pasa nada cariño- dice Lisa mientras le da un abrazo por detrás- podemos ir al restaurante de aquí abajo.

-Solo tú me entiendes- dice Harry mientras se coloca frente a ella y le agarra de la cintura.- Ven aquí.

Y ahí están otra vez morreandose como si no hubiera un mañana.

-Bueno mientras vosotros estáis haciendo... eso, nosotros vamos a coger alguna mesa en el restaurante- dice Eli mientras se levanta ya harta de ver a estos dos.

Dicho eso nos ponemos todos de pie y nos vamos directos hacia la puerta.                   Resultaba que había un restaurante exactamente al lado de su casa. Cosa que no me había dado cuenta.     

No tardamos mucho en comer y cuando terminamos cada uno pago su parte. Pero resultó que cuando nos dispusimos a salir del restaurante estaba lloviendo.

Mira tu por donde más razón para tener que quedarnos en su casa. Lo que me faltaba.