Habían pasado días desde aquel encuentro con Jeongin, y no me había atrevido a contarle a Felix lo que había sucedido. Estaba seguro de que pensaría que estaba alucinando o que lo tomaria por broma. Pero sabía que tenía que hacerlo en algún momento, no podía guardarmelo más.
Estábamos afuera del colegio, las clases ya habían acabado hace un buen rato. El sol comenzaba a ocultarse detrás de los edificios. Estaba al lado de Felix, caminando lentamente hacia nuestras casas. Me sentía nervioso, dudando si contarle o no.
— Oye, Felix — dije finalmente, tratando de llamar su atención.
— Qué pasa?
Me detuve, mirándolo a los ojos. — Necesito hablar contigo sobre algo — dije, mi voz era baja y seria.
Felix se detuvo también, mirándome con curiosidad. — Está bien, te escucho.
Respiré profundamente, preparándome para contarle la verdad. — Es sobre Jeongin — comencé algo nervioso.
Felix frunció el ceño. — ¿Qué pasa con Jeongin?
Me armé de valor y continué. — Te acuerdas cuando los acompañe a hacer su proyecto? Bueno, cuando nos fuimos, el dijo que tu serias de él y otras mamadas más, pensé en eso y no creo que sea buena idea de que sigas hablando con el.
Felix se rió. — ¿Qué? Eso es ridículo. Jeongin no es capaz de algo así.
Me sentí frustrado. — Te lo digo en serio, Felix.
Felix iba a responder hasta que alguien salió de la nada, interrumpiéndonos. — Hola, lixie! — era Jeongin, abrazando por atrás a Felix.
Mi corazón se aceleró al ver a Jeongin tan cerca de Felix.
— Oh, el proyecto los hizo muy amigos, no?— pregunté, tratando de sonar indiferente.
Jeongin se rió, su sonrisa me pareció burlona. — Algo así — respondió, sin soltar a Felix.
Felix se volvió hacia mí, confundido. — Hyunjin, qué pasa?
Me sentí atrapado, no sabía qué decir. Felix me miraba confundido, y Jeongin se aprovechaba de la situación.
— Felix.. — me iba a acercar a Felix, pero Jeongin lo alejó.
— Nuh uh, lo siento, Felix se va conmigo — Jeongin agarró la mano de Felix, mientras que este no decía nada.
Me sentí impotente, viendo cómo Jeongin se llevaba a Felix lejos de mí. Mi corazón latía con rabia y celos, mientras Jeongin y Felix desaparecían en la distancia, sentía que iba a vomitar en cualquier momento.
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Desperté de golpe, había tenido la pesadilla más horrible de mi vida. Suspiré aliviado de que todo aquello no haya sido real.
Me levanté y miré la hora, 3 AM, sentí un escalofrío.
