ꫂ . O5

60 5 6
                                    

Era viernes a medio dia y la cafetería rebosaba de un bullicio muy común. El aroma a comida y refrescos azucarados se mezclaba con la ansiedad que sentía en el estómago.

Mi mirada se posó en Jeongin, sentado en una mesa apartada, un libro abierto frente a él. Su tranquilidad contrastaba con el caos que reinaba a mi alrededor. La idea de unirme a él era cada vez más tentadora, pero entonces vi a Minho haciéndome señas insistentes para que fuera a su mesa. Suspiré resignado y me dirigí hacia ellos.

—Oh, Lixie, justo te estaba buscando — dijo Minho con una sonrisa amable casi forzada.

—Hola, Minho. ¿Qué pasa?— pregunté, sintiéndome cada vez más incómodo.

—Nada importante, solo quería hablar contigo a solas— respondió, apartando su bandeja.

Negué con la cabeza. —Mira, Minho, no tengo mucho tiempo. Si lo que quieres es volver a discutir lo de ayer, creo que ya lo hemos hablado bastante.

—No es eso, Felix — insistió Minho, tomando mi mano con fuerza. —Es que... nos preocupa que te estés alejando de nosotros.

—Pero si no es así — protesté, intentando retirar mi mano de su agarre. —Simplemente quería conocer a Jeongin mejor.

—Sí, claro — respondió Minho con sarcasmo. —Y seguro que Jeongin es el mejor amigo que podrías tener, ¿no?

—Minho, por favor, no empieces — le advertí, sintiendo cómo la ira comenzaba a subir por mi cuerpo. — ¿Cuántas veces tenemos que tener esta misma conversación?

—Porque crees que lo hemos hecho — suspiré ya cansado de escucharlo. —¿Acaso no es obvio por qué no queremos que te juntes con él? Toda la escuela sabe cómo es Jeongin.

—Y tú, ¿cómo lo sabes? — repliqué, desafiándolo. — ¿Acaso lo conoces tan bien como crees?

Minho se quedó pensativo por un momento. —No hace falta conocerlo mucho para darse cuenta de que no es buena compañía, solamente hazme caso y terminemos con esta discusión.

Mire a los demás que estaban sentados, todos evitaban mi mirada.

—Dale Lix, simplemente siéntate con nosotros— habló suavemente Seungmin, que parecía algo nervioso. —No queremos que te pelees con nosotros por alguien que no conoces bien.

Me sentí acorralado. Siempre había valorado la opinión de mis amigos, y ahora me estaban haciendo sentir como un traidor.

—Está bien— susurré, rendido.

Me sente con ellos, sintiendo una punzada de culpa por haber abandonado a Jeongin.

Estaba en mi ultima clase, Hyunjin me había pedido hablar a solas cuando fuera la hora de salida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba en mi ultima clase, Hyunjin me había pedido hablar a solas cuando fuera la hora de salida. Al sonar la campana, me ayudó a guardar mis cosas y salimos juntos. Nos alejamos un poco del ruido y caminamos sin decir una sola palabra hasta encontrar un rincón apartado, aunque estaba seguro de que ya sabía que diría.

—Felix, necesito que me escuches— comenzó, su voz era baja y grave —Sé que últimamente he sido un idiota. Pero es que me preocupo mucho por ti. Jeongin no es quien parece ser, te lo juro.

Me sentia mal por el. Había ignorado sus advertencias, atraído por la simpatía y la aparente inocencia de Jeongin.

—Lo sé, Hyunjin, y lo siento— admití —Pero creo que deberías darle una oportunidad. Todos merecemos una, no?

Hyunjin suspiró, su mirada fija en el suelo. —No es tan simple, Felix. Te conozco mejor que nadie y sé que eres muy ingenuo.

Extendí mis brazos y lo abracé con fuerza. Necesitaba que supiera que lo apreciaba, a pesar de todo.

— Tranquilo, estaré bien. Prometo tener cuidado.

Se apartó un poco, sus ojos buscando los míos. —¿Y si te pasa algo? ¿Cómo podría perdonarme?

No me pasará nada, Hyunjin. Y si lo hiciera, sabes que soy bueno defiendome.

Después de un momento de silencio, Hyunjin cambió de tema. — ¿Tienes planes para mañana?

—Sí, voy a casa de Jeongin a jugar videojuegos.

Su rostro se ensombreció. —¿Por qué no mejor vienés a mi casa? Podríamos ver una película o algo.

Dudé por un momento. Quería pasar tiempo con Jeongin, pero también quería tranquilizar a Hyunjin.

—No sé, Hyunjin...

—Por favor, Felix. Te lo pido.

—Ya me comprometí... pero te juro que el domingo lo pasaremos juntos. Iremos al museo de arte que tanto te gusta, ¿sí?

Hyunjin simplemente sonrió débilmente y asintió.

Me iba a ir solo a mi casa, pero Hyunjin insistió en acompañarme. Nos fuimos juntos, caminando en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 27 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

stalker | jeonglix . hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora