Prueba de embarazo/Antojos.

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⚠️Lucifer un poco relacionado al del piloto.

El aire en el baño del hotel se sentía pesado, como si cada exhalación de Alastor, el Demonio de la Radio, estuviera impregnada de una ansiedad nada agradable

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El aire en el baño del hotel se sentía pesado, como si cada exhalación de Alastor, el Demonio de la Radio, estuviera impregnada de una ansiedad nada agradable. Las paredes, cubiertas de azulejos brillantes, reflejaban su figura delgada y alargada, con su traje a rayas negro y rojo que contrastaba con la frialdad del ambiente. Su rostro, siempre adornado con una sonrisa sardónica, ahora mostraba una mueca de inquietud. Era un espectáculo extraño ver a un ser tan poderoso y temido vacilar.

Alastor caminaba de un lado a otro, sus pasos resonando en el silencio opresivo del baño. Cada golpe de sus zapatos sobre el suelo de cerámica era un eco de su creciente desesperación. En su mente, las imágenes de demonios aterrorizados por sus programas de radio se entrelazaban con recuerdos lejanos de su vida humana. Nunca había imaginado que se encontraría atrapado en una situación tan vulnerable. Se sentía como un niño perdido en un bosque oscuro, rodeado de sombras que susurraban secretos y temores.

"¿Cómo he llegado a esto?", pensó. Su voz interna resonaba con la misma intensidad que las transmisiones que solía emitir. Había sido un maestro del terror, un conductor de pavor que disfrutaba sembrar el caos en las mentes de los demás. Pero aquí estaba, atrapado entre cuatro paredes, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de él como una niebla densa.

La ironía no se le escapaba; había asustado a miles, pero nunca había experimentado un miedo tan crudo y personal. Su corazón, que latía con una energía sobrenatural, parecía querer escapar de su pecho. Recordó sus primeros días en el infierno, cuando había sido un cazador implacable, un depredador en un mundo donde todos eran presas. Pero ahora, era él quien se sentía acorralado.

Las luces fluorescentes parpadeaban, proyectando sombras que danzaban en las paredes como si se burlaran de su estado actual. Se detuvo frente al espejo y se observó detenidamente. Sus ojos rojos ardían con una mezcla de frustración y miedo; un fuego interno que nunca había tenido que enfrentar antes. La risa burlona que solía brotar de sus labios se había desvanecido, dejando solo un eco vacío.

Mientras continuaba su marcha nerviosa, comenzó a recordar viejas historias que había escuchado sobre demonios que habían sucumbido a sus propios miedos. ¿Sería ese su destino? La idea le hizo estremecer. No podía permitir que eso sucediera; no podía ser otro cuento de advertencia en los anales del inframundo.

Finalmente, el sonido agudo de una alarma interrumpió sus pensamientos. El sonido resonó en sus oídos como un grito desgarrador, un recordatorio de que el caos nunca estaba lejos. Se acercó a un pequeño aparato que había obtenido gracias a Rosie; un dispositivo antiguo pero funcional, y lo que vio lo dejó helado. Eran dos líneas titilando en su pantalla. Su corazón se aceleró aún más al darse cuenta de lo que eso significaba.

Con manos temblorosas, tomó el aparato y lo sostuvo frente a él. La ansiedad lo envolvía como una serpiente constrictora mientras observaba las líneas parpadeantes. Sabía que lo que más temía estaba a punto de aparecer. La incertidumbre lo consumía; ¿sería capaz de enfrentar lo que vendría? La risa del pasado parecía burlarse de él en ese momento decisivo.

¡Alastor mom week! -AppleRadio, Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora