Arisu POV
Llevaba ya un rato en el taxi en dirección a casa, reflexionando sobre todo lo que pasó anoche. No podía sacarme a Inojin de la cabeza... Su belleza, su sonrisa y, Dios, sus enormes pectorales. Sin embargo, no pude ignorar en todo el viaje la forma en que me molestaba un extraño dolor... ¡en mi trasero!
Demonios, será muy difícil disimular eso.—Joven, ya llegamos a su destino, son 25$.
La voz ronca del taxista me trajo de vuelta a la realidad. Sin darme cuenta, había llegado a casa. Empecé a buscar mi billetera para pagar, pero... ¿Dónde la había guardado? ¿Será que la deje en casa? No. No era posible, recuerdo que la tenía ayer en la discoteca. No quise irme así sin más, no podía, así que tomé mi teléfono y busqué rápidamente el contacto de Kaede, así podía venir a pagar por mí.
Pero cuando contestó su teléfono, inmediatamente escuche sus gritos.
—¡Ari! ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Por qué no contaste mis llamadas en toda la noche?! —preguntó con suma preocupación.
—No te preocupes —Le contesté intentando tranquilizarla—. Estoy afuera en el taxi, necesito que traigas efectivo para pagarle al señor. Por favor que sea rápido, no quiero hacerlo esperar mucho —dije de forma más animada que de normal, para que ya no se preocupara más.
Tan pronto cómo colgué, la vi parada junto al taxi, seguro había salido disparada de la casa en cuanto supo que estaba aquí.
Mientras ella pagaba, abrí silenciosamente la puerta del taxi en un intento de huir, sin embargo vi mi propio fracaso abalanzarse sobre mí cuando vi a Kaede rápidamente agarrando el cuello de mi camisa. Sabía lo que se venía. Demonios.
—¡¿Pero qué te pasa?!, sabes lo preocupada que estaba —Me gritó en toda la cara.
—Tranquila boluda, no ves que estoy bien —Trate de calmarla, antes de hacer mi propia pregunta—. ¿Yasuhiro ya está aquí?
De repente, desde la puerta escuche un grito con una voz familiar. Eso respondía mi pregunta.
—¡Arisu Fernandez!
Claramente, Yasuhiro. Era fácil identificarla incluso desde la distancia, sobre todo por su cabello color lavanda. Claro que iba a estar molesta, salí toda la noche y no llegué a tiempo a ver a Hikari. Suspiré.
Entré a la casa —conociendo de antemano mi propio destino—, con un poco de dificultad por el dolor en mi trasero.
Cerré la puerta detrás de mí, inmediatamente viendo algo asomándose desde una habitación y corriendo hacia mi pierna, abrazándola.
—¡Papiii! —Me saludo, con toda esa energía propia de una niña pequeña—. ¡¿Cómo estás?! —preguntó sin esperar un segundo antes de continuar—. Te extrañe mucho —exclamó, antes de continuar con su tornado de anécdotas—. Sabes, participé en un baile en mi colegio, y comí pasta con mi mamá, y también jugué en el parque con unos niños, y mamá me peinó para venir, y...
—Hikari, ¿Por qué no vas a buscar el regalo que le hiciste a tu papá? —interrumpió Yasuhiro, sonriéndole.
—¡Claro Hikari! —Le seguí el juego—. ¡Quiero ver tu regalo! ¡Eso me haría muy feliz!
Hikari sonrió y se fue corriendo inmediatamente a buscar su regalo.
Iba a morir. No importaba cuánto tardará, Yasuhiro iba a matarme. Y si de milagro sobrevivía, podría ver el regalo de mi hija,
Mientras la veía corriendo, Yasuhiro me obstruyó la vista.
—¿Cuál es tu excusa está vez? —Soltó, enojada.
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Camino al Descubrimiento
RomanceDos chicos, diferentes vidas, un mismo destino... Inojin y Arisu viven en sus mundos de formas totalmente separadas; Inojin un tanto misterioso, modelo de día y espía de noche junto a amigos cercanos, Arisu mantenido, con una hija siendo joven y des...