Camino al Descubrimiento

Capitulo 3: Un golpe de Realidad

Inojin POV.

—Lo lamento, no es que no quiera —dijo Arisu, vistiéndose a toda velocidad—. Es que olvidé que tenía un compromiso hoy a esta hora —continuó, escribiendo en un papel que tomó de mi mesita de noche—. Llámame cuando quieras.

—¡Arisu! —grité con fuerza, antes de que Arisu cerrara la puerta.

Me quedé ahí, mirando la puerta, en una especie de trance.

Sin embargo, el sonido de la puerta me trajo de vuelta a la realidad.

—¿Finalmente se fue tu cita de anoche? —Escuché una voz sarcástica—. Pensé que nunca se iría.

Vi a Hideyoshi, asomándose. No tenía idea de cuánto tiempo llevaba en el apartamento, ni siquiera sabía que estaba ahí.

—¿No que estabas con una facilona que te encontraste en esa estúpida discoteca? —respondí, fastidiado, mientras me dirigía hacia la mesa para recoger el papel que había dejado Arisu. Era su número.

—Llegue hace una hora, estaba durmiendo hasta que te escuché como tú y tu nuevo amorcito se gritaban —dijo con un tono burlón mientras se acercaba hacia donde estaba.

—De paso que me dejaste solo allí, ahora tienes el descaro de hablarme con ese tono —repliqué con un tono más enfadado.

—Vamos no digas eso —dijo con su estúpido tono bromista—. ¿Me vas a decir que al final no vas a estar agradecido de que te haya dejado solo?, digo si no te hubiera dejado solo no hubieras conocido a tu amorcito.

—¡No es mi amorcito! —Fruncí el ceño, enojado.

Se rio al oír mi respuesta.

Cualquiera creería que después de años una persona de su edad sería más madura, pero este miserable seguía siendo igual que cuando éramos niños.

—Como sea —exclamé con fastidio—. Iré a tomar un baño.

— Claro, haz lo que quieras. Yo iré a cortar el intercomunicador del apartamento porque estoy seguro de que más de un vecino se va a quejar por el ruido que tú y tu amorcito hicieron anoche —dijo sentado en la silla mientras jugaba con su pelo plateado—. Aunque, también pensaba que antes de ir a la sesión de hoy podríamos ir primero a ver uno de los videos de mi colección, pero no sé de quién, tal vez de "Lauren Phillips" o de "Abella Danger".

— ¡Y si mejor dejas de estar pensando en esas cochinadas!—grité desde la puerta de mi habitación.

—¡Ay, ya sé! Veré el de esa pelirroja otra vez, seguro que está vez la reconozco—mencionó con un tono animado.

Maldición, a veces siento que hablar con una piedra es más fácil, que hablar con este idiota.

Pensé mientras ya entraba al baño para empezar a ducharme.

Me gustaría saber si llegó bien a su casa.

¿Será que era algo muy importante que por eso se tuvo que ir? O ¿Será que simplemente lo usó de excusa para irse?

Pensé mientras el agua fría caía sobre mi cara

Un momento ¿Por qué estoy tan preocupado por ese idiota? Solo fue algo de una noche

Aunque no puedo negar que no lo extraño, su actitud es muy relajada y realmente se ve que es buena persona.

Pensé mientras recordaba todo lo que sucedió la noche anterior. Todo, desde cómo nos conocimos hasta cuándo nos quedamos dormidos.