Alas en la luna 1°

12 - ¿Anónimo?

Cap +18, si no deseas leerlo simplemente soltar la escena, ( se separar con 3 puntos al principio y al final de la escena. )

Hoy era mi turno de cerrar la cafetería, estaba completamente sola en el vestidor, respondía algunos mensajes a Jules que preguntaba si estaba bien que no me hubiera acompañado. Le respondí un simple "está todo bien" y guardé el celular.

Saqué mi jersey y me lo coloqué y luego el pantalón. Volví a rebuscar en mi bolso las llaves de la casa de Jules del bolsillo de él cayó un pedazo de papel arrugado. Lo desdoblé:

" Es increíble como pones tu confianza en personas que no la merecen ¿Estás al tanto de lo que sucede a tu alrededor? "

Giré el papel para ver por su otra cara pero no había nada más que aquello anotado. Lo arrugué por completo y lo tiré dentro de mi bolso. Al salir del vestidor lo cerré con llave. Bajé las persianas de los ventanales de la cafetería salí de esta cerrando con llave y con los otros candados que le colocaba el gerente.

De camino a casa de Jules evité a toda costa los callejones, aún sentía algo de temor, no confiaba en la palabra de Rob "no habran ataques" ¿Y que con lo que él quería conmigo?

Hace unos días se reportaron una serie de asesinatos en las afueras del pueblo, según las víctimas eran violadores, maltratadores y personas que buscaban dañar los demás pueblos.

Demon nos había dicho que en los límites del pueblo habían chicos de la FADM cuidando así que me mantenía un poco tranquila. Claro que mi paranoia era pensar que esos asesinatos fueron de parte de Rob y su pandilla.

Me dí un baño al llegar a casa de Jules, estaba agotada, con 0 fuerzas y 0 ganas de vivir.

•••

Me envolví en una toalla para salir del baño. Abrí la puerta pero al dar unos pasos Demon estaba sentado en mi cama. Volví a entrar al baño cerrando la puerta de un portazo. ¿Que hacía aquí?

Volví a abrir la puerta despacio, alzaba una ceja mirándome de arriba abajo. Salí por completo del baño, en silencio, entrecerré los ojos en su dirección, camine cautelosamente al armario que estaba a un lado de la puerta de la habitación.

— ¿Que haces aquí?

— ¿No puedo visitar a la dueña de mis sueños?

Puse los ojos en blanco, desde que me dió aquel precioso y preciado regalo en la mansión de la FADM, por el cual he tenido un conflicto interno, me encantaba y a la vez me preguntaba de dónde sacaba tanto dinero. Oí movimiento a mis espaldas luego sentí sus fuertes brazos envolviendome por la cintura y pegando mi espalda con su pecho.