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—¡Chewy!—Sana tarareó alegremente una vez que Tzuyu entró en la cocina

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—¡Chewy!—Sana tarareó alegremente una vez que Tzuyu entró en la cocina. Se acercó a la chica de ojos mieles y levantó un plátano—Te extrañamos.

Tzuyu miró a sus amigas, quienes estaban  Observando su interacción desde el sofá. Ella levantó una ceja y todas se dieron la vuelta, sabiendo que las habían atrapado.

—¿Necesitas que pele eso?—preguntó Tzuyu, mirando el plátano que Sana sostenía.

—No—Sana negó con la cabeza. Se quedó mirando el plátano por unos momentos antes de llevárselo a la boca e intentar morderlo. Rápidamente apartó el plátano y lo miró con disgusto—Lo rompí—jadeó ella.

Tzuyu se rió y negó con la cabeza.

—No lo rompiste—tomó el plátano de las manos de Sana y lo peló hasta la mitad, devolviéndoselo—Solo tienes que pelarlo primero.

—Mi salvadora—Sana tarareó alegremente, mirando el plátano y luego a Tzuyu—¿Quieres?—inclinó la cabeza hacia un lado y sostuvo la fruta frente a la cara de Tzuyu.

Encogiéndose de hombros, Tzuyu se inclinó y le dio un mordisco al plátano. Sana rió emocionada.

—Gracias—Tzuyu se rió ante la emoción de Sana.

—Gracias—repitió Sana. Ella asintió una vez y le dio un mordisco al plátano, tarareando en señal de aprobación.

—No, se supone que debes decir ‘de nada’—señaló Tzuyu a Sana en explicación—Si alguien te da las gracias, dices ‘de nada’.

—De nada, gracias—Sana asintió alegremente y se dio la vuelta, caminando hacia el mostrador y sentándose en uno de los taburetes. Tzuyu se rió del intento de Sana, apoyándose en el mostrador y mirando hacia atrás en la sala de estar. Sus amigas desviaron la mirada rápidamente, pero Tzuyu sabía que todavía la estaban observando.

—Tienes una linda risa—observó Sana. Se inclinó sobre el mostrador y puso sus dedos sobre los labios de Tzuyu, como si pudiera oír su risa con un toque—Me gusta cuando te ríes—reafirmó Sana asintiendo.

Las mejillas de Tzuyu se pusieron rojas y sabía que las otras chicas estaban sorprendidas por la facilidad con que ella y Sana se estaban llevando bien.

—Supongo que debería hacerlo más a seguido, entonces—se encogió de hombros, sonriendo cuando vio a Jihyo decir ‘Oh, Dios mío’ a Dahyun por el rabillo del ojo.

—Sí, de nada—sonrió Sana con la boca llena de su plátano. Tzuyu soltó una risita, lo que hizo que Sana sonriera aún más.

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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