One shots / Metallica

Sinfulness 2

3 años después (Claire 18 años, Jamie 17 años)

El reloj de Claire marcaba las 14 horas, su examen de admisión a la universidad estaba por comenzar. Entró al aula con un poco de miedo, sentía que todo su cuerpo temblaba como gelatina, entrar a la universidad de Berkeley era su primera opción, la segunda era la universidad comunitaria, en realidad a ella le daba un poco igual.

El examen fue un gran reto, casi 120 preguntas, pero logró terminarlo a tiempo, sólo era cuestión de que pasaran de 1 a 2 meses para que le dieran los resultados.

Su calificación en el examen había sido excelente, pero la carrera para la que aplicó necesitaba 99 puntos en adelante, ella había sacado un 98.

Un punto había sido suficiente para quedar fuera, sus padres la consolaron, pero ella no estaba triste ni mucho menos, incluso estaba un poco aliviada. No pasó ni una semana cuando ya estaba inscrita en la universidad comunitaria de Castro Valley.

— Sinceramente, prefiero estar aquí en Castro, me gusta Berkeley, pero este es mi hogar, mamá, no me siento mal.

La actitud optimista de Claire dejó en claro a sus padres que no le afectaba tener que asistir a una universidad de menor renombre, ella quería dedicarse a la música, en realidad, pero era un sueño muy tonto, por lo que decidió estudiar una carrera.

Comenzaron las clases después de un pequeño curso que se extendió por dos semanas. Claire entró al plantel y caminó por los pasillos observando todo detenidamente, pero miró su reloj y se dió cuenta de lo tarde que iba ya, por lo que se apresuró y llegó al salón justo a tiempo, se sentó y enseguida cerraron la puerta del aula.

Pensó que se encontraría a uno que otro amigo, y tal vez sí, pero no en la facultad de psicología, no había reconocido a nadie aún. La profesora pidió que todos se anotaran en una hoja debido a que, al ser el primer día, aún no tenían una lista, así que poco a poco fueron pasando la hoja hasta que llegó hacia Claire, anotó su nombre y estuvo a punto de dársela a la persona detrás de ella, pero vió algo por el rabillo del ojo.

"Jamie Anna Hetfield." Leyó Claire en la hoja.

Ese nombre lo reconoció al instante, Claire pasó la hoja hacía atrás y levantó la cabeza, buscando con la mirada. No había más que una sola rubia, en cuanto la vio supo que conocía a esa chica, ojos azules, nariz redonda y piel bronceada, era ella, debía ser ella.

La clase no sería larga, pues los alumnos tenían que presentarse a sí mismos, Claire estuvo muy atenta a cada voz, cada nombre, hasta que finalmente escuchó esa dulce voz que tanto extrañaba.

— Hola, mi nombre es Jamie, tengo 17 años y me gusta tocar la guitarra eléctrica.

Claire no pudo dejar de admirar a Jamie, se veía incluso más hermosa que cuando se fue. Pronto llegó su turno, se puso demasiado nerviosa sabiendo que ahí estaba ella.

— Eh, mi nombre es Claire, tengo 18 años, toco el bajo eléctrico y me gusta leer.

La pelirroja volteó hacía Jamie, rogándole a todos los santos por que ella la haya escuchado, afortunadamente así fue, cruzaron miradas y ambas sonrieron al darse cuenta de la situación en la que se encontraban, la pelirroja por poco no reconocía a Jamie, su cara había cambiado un poco, pero lo principal era que había aumentado mucho su estatura, tenía sentido considerando que se dejaron de ver justo en la edad en la que más cambian los adolescentes.

Claire había cambiado poco, Jamie definitivamente la reconoció al instante. Al final de la clase, la pelirroja se quedó sentada esperando a que el salón se vaciara para estar con la rubia.

— ¿Cómo has estado, Jamie?

— Bien, estoy mejor ahora que salí de ese maldito infierno que llaman "escuela de monjas", ¿y tú?