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Hoshi: Nombre japonés que traducido al español significa estrella.

"Especial"

17 de julio

Todo está en paz, los últimos clientes que estaban sentados tomando un café y platicando de quién sabe qué cosa, se acababan de retirar hace unos minutos dejando la cafetería sola y en total silencio, así que me dediqué a limpiar la mesa antes ocupada mientras tarareaba una de las tantas canciones que se reproducían en la bocina. Al terminar con mi deber procedo a tomar las dos tazas de vidrio y en cuanto me dirijo a la cocina para dejar las tazas en el fregadero para las laven, alguien coloca su mano en mi hombro haciendo que dé un ligero respingo por la repentina acción.

Inmediatamente me doy la vuelta, solo para ver a Emily quien me dedica una sonrisa de boca cerrada.

—¿Te asusté? —me pregunta.

—Un poco.

—¿Adónde vas?

—A la cocina a dejar estas tazas para que las laven —explico.

—Vale, te acompaño, necesito hablar contigo sobre algo.

—¿Okey? —respondo con duda.

Seguimos andando hasta llegar a la cocina en donde saludamos a los demás y dejo las tazas en el fregadero en donde Camila se encargará de lavarlas.

Salimos de ahí y vamos a sentarnos en una de las mesas aprovechando que no hay clientela. Nos sumimos en un corto silencio del que yo me encargo de romper.

—¿De qué querías hablar Emily?

—¿Aceptarías salir conmigo para ir a por un helado mañana?

—¿Eh? —eso me toma por sorpresa pero al reaccionar decido añadir:—Sí, sí, claro.

—Gracias eso era todo —ella se levanta y empieza a caminar al mostrador.

—Emily —la llamo, ella me mira por encima del hombro esperando a que prosiga—, ¿Estás segura de que eso es todo lo que quieres decirme?

—Sí —y siguió con su andar.

🌻

Es un nuevo día y como de costumbre estoy en la cafetería, sirviendo y atendiendo a la gente que llega.

Estoy de espaldas cuando escucho el sonidito que emite la campanita que está arriba de la puerta cada que alguien entra por ella, inmediatamente me doy la vuelta para ver quién es, solo para ver a Eleanor, una abuelita de unos cincuenta y tantos que viene tres veces a la semana por un latte y su panquecito de chocolate, uno de sus favoritos. Eleanor es muy amable y todos los que trabajamos aquí la queremos mucho.

Me acerco a ella con su panquecito de chocolate y su latte: —Hola Eleanor, buenos días.

—Hola querido.

Ella misma me dijo que la llamara por su nombre ya que yo soy como un hijo-nieto para ella, o algo así.

—¿Qué tal todo? —pregunto.

—Mal —responde sincera, y al instante me preocupo.

—¿Qué fue lo que pasó?

—¿Te acuerdas de mi hija Hoshi?

—Claro, ¿qué con ella? —Hoshi es su única hija, ambas vivían en Japón pero por ciertos problemas volvieron a México en donde Eleanor estuvo viviendo hasta los seis años, luego ella y su familia se mudaron a Japón para ayudar a unos familiares por parte de su papá en el negocio y bueno lo demás es historia.

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⏰ Última actualización: Aug 22 ⏰

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