Sinergia[SenkuxGen]

alcohol+me gustas

La noche avanzaba en el campamento, donde una cálida hoguera brillaba en el centro del círculo que formaban Senku, Gen, y sus amigos. La celebración estaba en su apogeo; tras un día de trabajo duro, todos estaban relajados, disfrutando de una noche de risas y camaradería bajo el cielo estrellado.

Senku, con una jarra de vino en la mano, parecía más relajado de lo habitual. Gen, siempre el observador, se mantenía cerca con su botella de Coca-Cola, una bebida que Senku había recreado especialmente para él. A pesar de las celebraciones, Gen mantenía su mirada atenta, disfrutando de la escena a su alrededor.

A medida que la noche avanzaba y el vino seguía fluyendo, Senku se volvió hacia Gen, su rostro iluminado por las llamas danzantes del fuego. Había un brillo peculiar en sus ojos, una mezcla de diversión y algo más profundo.

-¿Sabes, Gen?-Dijo Senku, inclinándose un poco más cerca, su tono ligeramente más suelto debido al vino-Siempre me he sentido intrigado por ti...No solo por tu mente astuta, sino porque...me gustas

Gen, con su sonrisa característica, se sonrojó ligeramente, sorprendido por la confesión tan directa.

-Senku, eso es un cumplido muy interesante, pero me temo que solo te creeré si me lo dices cuando no estés bajo la influencia del vino.

Las risas de los demás resonaron alrededor de ellos, pero para Gen, el mundo se había reducido a ese pequeño espacio compartido con Senku, donde las palabras sinceras colgaban en el aire.

El sol de la mañana siguiente reveló un campamento ligeramente desordenado, con botellas vacías y mantas esparcidas por el suelo. Senku, quien solía madrugar, estaba ya en pie, recogiendo algunos de los restos de la celebración junto con un par de amigos.

Mientras Senku apilaba algunas botellas, vio a Gen acercarse, aún con la botella de Coca-Cola en la mano, como un recuerdo de la noche anterior. Senku se detuvo, sus ojos encontrando los de Gen con una claridad que el alcohol de la noche anterior no había podido nublar.

-Gen...-comenzó Senku, su voz más firme ahora-ayer te dije algo y quiero que sepas que, incluso sobrio, sigue siendo cierto. Me gustas.

Gen, sorprendido por la reiteración tan rápida y sin el efecto del vino, se detuvo un momento, procesando las palabras de Senku. Su sonrisa se ensanchó, ya no un gesto de humor sino de genuina felicidad.

-Idiota...

-¿Esa es tu respuesta?

-Sí.

-Ah...-Y los segundos comenzaron a pasar. Senku pensaba que Gen también estaba enamorado de él.

Quizás lo...

-Tu también me gustas