𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤.

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ᴋ ᴀ ʀ ᴍ ᴀ
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔: domingo en familia.

NUEVE DE JUNIO, 2024.
BUENOS AIRES, ARGENTINA.

El horario de descanso de Julieta se vió gravemente interrumpido cuando su madre empezó a golpear con exasperación la puerta de su dormitorio y la castaña tuvo que abandonar cualquier tipo de sueño que estaba teniendo en ese momento.

─¡Juli, ya les hice el desayuno! Dale que ya son las una.

─Bueno, ya bajamos.

La cama Julieta, que era de dos plazas y era bastante cómoda por ser nueva, estaba siendo ocupada por tres cuerpos femeninos. La castaña se destapó y se apuró para atar su cabello y comenzar a llamar a sus amigos. La noche anterior, el grupo de amigos conformado por Julieta, Martina, Gianfranco, Guadalupe, Nicolás y Catalina, la novia de Nico, salieron de joda y como no tenían pensado volver hasta que el sol salga, ya tenían organizado de antemano volver a la casa de Julieta a dormir un par de horas y después del descanso salir todos juntos hasta el evento al que debían asistir.

«Chicas, levántense. ─Se arrodilló en su cama y comenzó a samarrear el cuerpo de Martina y Catalina, quienes se encontraban durmiendo abrazadas y hasta se les escapaban algunos ronquidos. ─¡Dale, loco! Ya está el desayuno, tengo hambre.

Cómo si desayuno hubiese sido la palabra clave que moviera el mundo, Martina se levantó de un salto y se retiró todo el pelo de la cara para gritar con bastante fuerza.

─¡Amo los desayunos de tu mamá! ─Chilló, alzando los brazos al aire con alegría.

─Bueno, entonces levántate y prepárate.

─¡Dejen de gritar!

El dúo de amigas siguió el sonido de aquella voz masculina que les reclamaba y se encontraron con Nicolás, acostado en el piso y tapado con una frazada de Mickey Mouse.

─Vos también levántate, vago. ─Julieta le tiró con una almohada por la cabeza y se bajó de la cama para despertar a Gian, que también estaba tirado en el piso, pero estaba tapado con una enorme manta de High School Musical. Se acercó y comenzó a susurrar despacio. ─Giani, amigo. Levántate, porfa.

─¡Dale, Gianfranco! Quiero mi desayuno. ─Martina se levantó de la cama y dejó que su cuerpo caiga contra el de su amigo, quien se quejó por el impacto.

Julieta dejó que la discusión siguiera sin estar ella presente, había elegido su outfit y se escapó del dormitorio para poder hacer su rutina matutina y cambiarse la ropa. Después de unos segundos a solas, la puerta se abrió sin permiso y entraron Cata y Guada.

─Estoy yo.

─Y ahora estamos las tres. ─Cata la agarró de los cachetes y le estampó un beso en la frente. Al rato, Marti, Nico y Giani también entraron.

─¿Hola? ¿Conocen la intimidad ustedes?

─Deja de joder, tenemos hambre y estamos apurados. ─Martina la cayó, levantando una mano al aire para que deje de hablar.

El grupo de amigos no paraba de discutir y pelear por quién estaba más cerca de la canilla para lavarse los dientes, quién equiparaba más tiempo el espejo o que el espacio del baño era muy pequeño para tantas personas juntas. Poco después, todos bajaron juntos las escaleras y Tamara sonrió al verlos.

─Hola, chicos. ¿Durmieron bien? ─Recibió un beso en la mejilla de parte de su hija y siguió dejando cosas en la mesa del comedor.

─Un poco apretadas dormimos, pero safaba. ─Julieta empujó a Nico, que se estaba sentando en su lugar y le señaló otro asiento vacío. ─Cata, pensé que ibas a dormir con Nico en el colchón inflable.

𝙠𝙖𝙧𝙢𝙖; giani odoguardi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora