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Julieta, al igual que muchas personas alrededor del mundo, recordaba los tres años de pandemia con un sabor bastante amargo en la boca. Sus estudios se vieron pausados para no volver a pisar un aula nunca más, tuvo que abandonar algunos sueños a largo plazo y dejó de ver a su familia tan seguido como antes, para pasar a las videollamadas los domingos en vez de juntadas en la casa de sus abuelos. Juli sintió que su vida ya no valía tanto la pena ser vivida si era tan repetitiva.
Recordaba con cariño cómo su mejor amigo se escapó varias veces de su casa solamente para golpear la ventana de su habitación y recordarle que cada vez faltaría menos para un reencuentro. Gianfranco repetía con esperanza en cada visita que la próxima vez que se verían, podrían volver a abrazarse tan fuerte y tan cariñosamente como venían haciendo desde el jardín de infantes. Por eso, una vez que tuvieron libertad, lo primero que hizo Julieta fue correr hasta la casa de su mejor amigo y abrazarlo con todas sus fuerzas.
Pero, antes de rememorar ese reencuentro tan esperado y ese abrazo tan especial, Julieta volvía a caer en el recuerdo de sus sentimientos en medio del confinamiento. Su vida había sido puesta en pausa sin su consentimiento, y aunque entendía que era por fuerza mayor, le daba bronca tener que esperar más tiempo del necesario para comenzar con su carrera universitaria. Aunque a su padre no le hizo falta porque llevaba el arte en la sangre, Julieta pensó que ella no era tan genial como su padre y que un título respaldando su arte podría abrirle las puertas necesarias para brillar, no pudo continuar con sus estudios.
Al estar desempleada y sin permiso para salir al menos que sea para colocarse un hisopo en la nariz en un hospital, la vida de Julieta pasaba de forma muy lenta y monótona delante de sus ojos. Fue allí cuando Martina le recomendó prenderse a los streams que hacían Nico Occhiato, Flor Jazmín, Nati Jota y Nacho Elizalde. Algo llamado Luzu Tv. Había algo en ese cuarteto poco usual que le recordaba a su propio grupo de amigos. Luzu y Nadie Dice Nada ayudaron a que Julieta abriera su mente para poner en duda su futuro. ¿Verdaderamente quería dedicarse a una carrera universitaria y tener un futuro igual al de los demás? No, claro que no. Julieta comenzó a abrazar cada vez más la idea de dedicarse a su mayor hobby en el mundo, que era cantar.
Jamás se hubiera imaginado estar trabajando en el mismo canal que aquel programa que la dejó en jaque hacía un tiempo atrás. Ni muchísimo menos, estar invitada en aquel programa para dar dos noticias por demás de emocionantes para la empresa.
Y lo mejor de todo, se sentaría al lado de Lucas Spadafora (quién también estaba invitado), por lo que estaría condicionada a pasarla bien durante todo el programa junto a su amigo.
