Prólogo

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Jimin rodó sus ojos una vez más cuando noto que su hijo menor estaba al final del pasillo de los cereales. Su cuerpo parecía una pared humana tapando el paso del lugar donde Jimin se encontraba buscando las bolitas de choco chip con sabor a chocolate que sus tres hijos adoraban.

Uno de los pocos gustos que compartía los Jeon.

Jungmin estaba atento a cada movimiento, sus ojos verdes brillantes se encontraban entrecerrados mientras miraba a todos como si fuera una amenaza potencial para un pequeño omega, el cual, tenía dos cuerpos pegados detrás de él.

Ambos en silencio, con sus brazos cruzados sobre sus pechos y sus ojos puestos en la pequeña figura que miraba atentamente los productos.

-¡¿Qué miras, pedazo de animal inservible? - El omega escuchó la voz de su hijo menor. Jungmin se encontró gruñéndole a una beta que estaba casi del otro lado del pasillo.

Jimin abrió sus ojos completamente escandalizado y se volteo para mirar al menor de los Jeon con el rostro rojo de rabia, los azules se volvieron fríos y alzó su dedo índice indicándole al alfa que se acercara.

-Jeon park Jungmin - Gruñó el omega logrando que el alfa de 17 años lo mirara lleno de terror, el menor le parecía un poco antes de moverse con cuidado hasta su madre, quién tenía a los gemelos detrás de él con el rostro divertido .

Jae-sang estaba estallando en risas mientras que Junseo tenía una ceja alzada, con una pequeña sonrisa burlona.

-¿Si Mami Minnie? - Murmuró con voz suave, sus ojitos verdes relucientes de una inocencia fingida y sus manos detrás de su espalda.

Jimin conocía tan bien a su hijo. Jungmin era el menor, el torbellino de la familia, un picaflor en todo su esplendor y un alfa de pies a cabeza. Compartía los ojos de su padre, Un lunar pequeño en la esquina derecha de su labio superior, cerca de la comisura de su boca.
y un cabello rizado corto que era de parte de los Park.

Era más alto que Jimin, lo cual era vergonzoso si le preguntaban al omega.

Su hijo de 17 años era más alto que él .

Todos eran más altos que él, especialmente Jaesang. El mayor de los gemelos.

Jimin no podía decir si Jungmin era el más celoso de los hermanos Jeon, sin embargo, era el más propenso a abrir su boca y gruñir, bufar y maldecir de forma cínica. Además de que era el único que quitaba toda su arrogancia y ponía ojitos de cachorrito desamparado cuando Jimin alzaba la voz.

Jungmin era definitivamente un adolescente con carácter, claro. Hasta que Jimin intervino.

- ¿Qué clase de formas son esas de insultar al hombre? - Dijo de manera autoritaria. El beta que era aparentemente más joven que Jimin estaba con sus ojos muy abiertos, mirando lleno de horror a su hijo.

-¡Te estaba mirando las piernas! - Gruñó horrorizado.

Jimin apretó los dientes y sintió dos brazos jalarlo hacia atrás. Las murallas gemelas que tenia como hijos se posicionaron frente a él, protegiéndolo. Jimin contó hasta cinco y sintió la mano del menor de los gemelos posarse sobre su hombro.

Junseo.

Sin duda Junseo era el más calmado de los tres, incluso siendo igual de celoso y protector con su madre, el alfa podía mantener su boca cerrada hasta que fuera necesario. Compartían los mismos ojos que Jimin, azules brillantes.

Cosa que solía presumir lleno de orgullo.

Es decir, tenía los ojos de su mamá.

Ninguno de sus hermanos podía decir eso.

Heredó la estatura de los Jeon junto con el cabello lleno de rizos, que caían un poco más arriba de sus hombros, se marcaba un hoyuelo en su mejilla derecha y tenía la mandíbula de su padre Alfa.

No dijo nada, solo lo presionó a su cuerpo, con sus ojos puestos en el beta que parecía querer darse un tiro en su cien.

-Largo - Se escuchó una voz ronca y llena de rabia.

Jae-sang.

El mayor de los gemelos y el más propenso a dar miedo.

Jae-sang era un alfa orgulloso de su género, con la tarea de cuidar a su mamá grabada en la cabeza. Tenía su cabello cortado estilo militar, aunque Jimin sabia que compartía los rizos de su gemelo y de el, poseía unos ojos verdes profundos e intimidantes. Aunque era callado al igual que su gemelo, no impedía que tuviera tendencias a explotar como una bomba.

Jae-sang era callado hasta que explotaba y entonces era puños, gruñidos y golpes.

Junseo era calmado y resolvía los problemas a base de ameneazas que cumplía.

Jungmin primeros golpes y después averiguar qué sucedió.

Pero, ¿Cómo iba a recriminar lo que eran si eran una copia exacta de su padre?

Porque sí, Jeon Jungkook era los tres hijos Jeon en una sola persona. El los crió como un sistema de seguridad para Jimin, orgulloso de su descendencia.

Jimin vivía entre alfabetizados.

Y Jungkook tenía la culpa de eso.

Pero no importaba, porque Jimin los amaba.

Muy en el fondo, Jimin amaba vivir entre alfas.






























Créditos de portada:
Diseño: @YunaAkemis
Edición: @editorialuniverseexo

Gracias por su increíble trabajo.











Kim🌻

Living among alphasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora