Comienzo

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-Terminemos- es lo único que dice al llegar a la azotea del restaurante donde preparé su sorpresa de cumpleaños.

De inmediato los invitados empiezan a murmurar por su comentario y el ambiente se pone tenso.

-Amor bienvenido- digo acercándome a él y lo tomo por el brazo derecho. -Ya que estas aquí iniciemos la fiesta.

-Terminemos- vuelve a decir y este aleja mis manos de su cuerpo. Me quedo pasmada al ver que en su cara no hay ni una pizca de que esté bromeando.

Toda su expresión es de seriedad y firmeza, miro a mi alrededor y veo que todos los ojos estan puestos en nosotros.

-Hablas enserio?- pregunto volviéndome a él y al ver que no se inmuta, se me aguan los ojos. -Está bien, terminemos- digo y no dejo que diga algo más. Busco mi bolso y sin pensarlo dos veces me dirijo a las escaleras.

Bajo hasta la primera planta y camino apresuradamente hacia la salida. Ya fuera del local intento conseguir un taxi pero es en vano, lucho lo mas que puedo contra las lágrimas pero estas empiezan a salir sin control alguno.

De la nada siento como alguien me toma del brazo y me vuelve hacia atrás, mi cara se encuentra con el tórax de alguien y al oler su perfume me percato de que es Frank, me aferro a él como una niña y me dejo llevar por las lágrimas.

5 años después...

Despierto por el incesante sonido de mi alarma, y con todo el dolor de mi alma me levanto de la cama. Camino hasta el cuarto de baño y luego de darme una buena ducha caliente, cepillo mis dientes. Vuelvo a mi habitación y me dirijo al closet donde busco la ropa para hoy, luego de pensarlo varias veces me decido por un pantalón de tela talle alto color terracota, una blusa ceñida de escote cerrado color blanca y unos tacones punta fina del mismo color. Recojo mi cabello en un moño alto y me dejo algunos flequillos fuera que le den un aspecto de desorden, cuando claramente no está así. Me pongo un poco de maquillaje, nada fuera de lo normal, solo base, sombra, mascara y pinta labios.

Busco entre mis joyas mis aretes de plumas a juego con el collar de terciopelo que Frank me regaló para mi cumpleaños.

Ya lista me doy una última ojeada en el espejo, antes de salir de la habitación busco mi cárdigan largo negro y mi bolso de mano a juego. Tomo mi teléfono y luego de apagar la luz y cerrar la puerta, bajo las escaleras hasta el primer piso.

Sonrío al ser recibida por Darius, mi adorable gato negro.

-Alguien despertó feliz- digo al ver como se acurruca en mis pies. Espero a que se aleje para caminar hasta el lugar donde está su comida, lleno su plato y me aseguro de que tenga suficiente agua

-Nos vemos pronto Darius- digo mientras le acaricio la cabeza.

Tomo las llaves de mi apartamento y salgo al pasillo con destino hasta los ascensores, al llegar marco el piso del estacionamiento y en menos de lo que canta un gallo me dirijo a mi auto. Un BMW serie 2 color blanco, me espera en el lugar habitual del estacionamiento.

Le quito el seguro y entro en el, lo enciendo y luego de revisar que todo se encuentra en orden, me pongo en marcha hasta mi trabajo.

Luego de cinco minutos conduciendo, llego al edificio Star donde se encuentra mi compañía de arquitectura paisajista llamada Dream. Aunque apenas llevamos tres años en el mercado, debo admitir que hemos crecido más rapido de lo que teníamos pensado pero a la vez estamos muy felices por eso... Digo estamos porque la empresa no es solo mía, mi querido y fiel mejor amigo es dueño de un 45 % de las acciones de la empresa (solo porque él lo quiere así).

Luego de estacionar me dirijo a los ascensores y marco el piso de mi oficina, llego y saludo a todos lo que me encuentro en mi ruta. Llego a mi oficina y sonrío al ver la taza de café en mi escritorio.

Y si rescribimos las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora