❝ 𝑳𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆❞

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➥ 𝐍𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐬𝐮 𝐚𝐦𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 ¿𝐀𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐲 𝐢𝐧𝐠𝐞𝐧𝐮𝐚?

➥ 𝐍𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐬𝐮 𝐚𝐦𝐚𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 ¿𝐀𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐲 𝐢𝐧𝐠𝐞𝐧𝐮𝐚?

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Escuchar un chiste por parte del peligris hacia la cobrizo se sintió como una sensación rara que convergía desconfianza. Para ella, este chico significaba toda señal de aburrimiento y sarcasmo. Todo lo opuesto a lo que ella resaltaba.

Y volviendo de golpe a la realidad, su mirada nuevamente estaba perdida sobre él.

Un chico alto y delgado. Cabello levemente despeinado y color gris. ¿En serio este tipo de personas lograban sacarla de sus casillas?

Pues sí.

—¿Siempre observas de forma tan extraña a todos? —interrumpió Ichiro, logrando sacar del transe a la ojiverde. —¿O solo sucede conmigo?

Roos sacudió su cabeza negando las palabras de su amigo, luego frunció el ceño.

—¿Me dices extraña cuando me llamaste encantadora? —reclamó con el calor de sus mejillas apareciendo—¡No vuelvas a decir algo como eso, idiota!

Empujó a Ichiro en signo de protesta, mientras sus mejillas se tornaban de un color carmesí. Luego, se levantó del suelo y sin mirar atrás corrió a donde Hina estaba.

El comportamiento de nuestra protagonista dejó a su amigo confundido. ¿Ahora se oponía a que le dijeran un piropo?

Soltó una risa amarga, no había duda de que ella era una caja de sorpresas. Una caja el cual nunca se cansaría de abrir.

—¡Hina, Hina! ¡Despierta! — Roos intentó reanimar a su hermana llamándola repetidas veces. Golpeó sus mejillas y frente, pero nada parecía funcionar. — Vamos Hina... te necesito conmigo.

Sus intentos resultaban inútiles; la castaña no parecía reaccionar al llamado de su hermana. La desesperación crecía con cada segundo sin escuchar alguna reacción.

Sin embargo, no se dió cuenta de que ese era solo uno de sus muchos problemas

—¡ROOS! —gritaron su nombre con furia.

Como mencione antes, el problema real apareció frente a ella.

Su mamá.

—¡Aléjate de Hina! —La Sra. Asanagi corrió a gran velocidad hacia la cobrizo empujándola con agresividad contra la pared. Provocando que ella se golpeara la cabeza contra el pavimento de la pared. —¡No te atrevas a toc-...

—¡Cero absoluto!

Muy tarde.

Ichiro sabía que era cuestión de tiempo que la madre de la castaña volviera a causar problemas, es por eso, que invoco al semidemonio para que les ayudara con un poco de magia. Aunque al principio fue difícil que aceptara debido a la discusión que tu tuvo con él.

𝑳𝑼𝒁 𝑬𝑵 𝑳𝑨 𝑶𝑺𝑪𝑼𝑹𝑰𝑫𝑨𝑫: (𝑰𝒄𝒉𝒊𝒓𝒐 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora