-Ichiro, tal vez no sepa a donde ir. Pero si pudiera una mañana abrir los ojos y ver los tuyos, sabría dónde quedarme...
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Los faroles de la ciudad proyectaban una luz tenue sobre algunas zonas de las calles. Aves buscaban refugio ante el llanto del cielo, los transeúntes caminaba a paso ligero con sus paraguas, algunos llevando compras para sus hogares.Y ahí estaban, dos jovencitas de cabellera corta caminaban junto a la otra debajo del clima tan caótico. Llevaban sobre si un paraguas para que las cubriera.
—Hubiese podido resolver el caso sola-la de cabello cobrizo frunció levemente su ceño, demostrando indignación hacia la menor.
—Pero implica...
—....ponerme en riesgo—completó desganada—. Lo sé.
Apartó la vista de la Asanagi y se distrajo con las pequeñas gotas que resbalaban sobre el paraguas. Pensando en las posibles soluciones ante las rarezas que ocurrían con su hermana menor; últimamente tenía sueños extraños.
—Llegamos—avisó Hina deteniéndose frente a la entrada principal.
La de ojos verdes tomó un poco de tiempo para preguntarse si habían llegado al lugar correcto. No lucía como un centro de ayuda. La casa se notaba descuidada; ambigua, con pequeñas partes sin pintar.
—¿Estás segura de que es aquí?—cuestionó dudosa, mientras miraba los detalles frente suyo-. Parece una casa abandonada.
Las palabras de su hermana mayor hicieron dudar a Hina, ahora también se preguntaba si la dirección estaba mal. Ambas seguían viendo el aspecto de la dudosa residencia, buscando alguna señal para ver si el lugar funcionaba.
—Entremos—dijo la castaña para no perder más tiempo—.Tal vez solo se ve así por fuera.
Ambas caminaron con cuidado hacia la entrada principal, abriendo la puerta con extremo cuidado. Sin embargo, un pequeño chirrido salió de esta, avisando su entrada.
—¿Hay alguien aquí?
Hina preguntó con tono temeroso en medio del lugar. Por otro lado, la de cabello cobrizo recorría con la mirada por todas partes. Cuadros colgados en las paredes, libros desordenados y desparramados por el suelo.
—Esto parece la cueva de un filósofo—sinceró en tono de broma.
—No es tiempo de chistes Roos.
Antes de que siguieran con su conversación burlona, fueron interrumpidas por un chico de baja estatura.
—¿Por casualidad son clientes?—usó tono aliviado y gracioso.
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𝑳𝑼𝒁 𝑬𝑵 𝑳𝑨 𝑶𝑺𝑪𝑼𝑹𝑰𝑫𝑨𝑫: (𝑰𝒄𝒉𝒊𝒓𝒐 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)
Fanficʟɪʙʀᴏ ɪɴsᴘɪʀᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴇʟ ᴀɴɪᴍᴇ "ᴀᴋᴜᴍᴀ-ᴋᴜɴ" -Te encontré, Aeshma-kun-habló con un tono de orgullo, mirando con cierta sensibilidad al de cabello gris. -No pedí que lo hicieras-.replicó él con fingida indiferencia, intentando ocultar su nerviosismo al e...