Buscando a mi Padre [Omegaverse][Sasunaru]

#12

El sol comenzaba a ocultarse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rojos, mientras Naruto, Menma, y Sasuke regresaban del entrenamiento. La atmósfera era silenciosa, pero la tensión aún se sentía en el aire. Naruto caminaba un poco más adelante, manteniendo una distancia prudente de Sasuke, mientras Menma caminaba entre ellos, jugueteando con una pequeña rama que había recogido en el camino.Sasuke notaba la frialdad de Naruto, y aunque entendía el motivo, no podía evitar sentir una punzada de tristeza. Había mucho que no se había dicho entre ellos, heridas que no habían sanado y que, a pesar de sus esfuerzos, seguían abiertas.Cuando llegaron a la aldea, Sasuke sintió que el aire se hacía más denso. Sakura estaba allí, esperándolo en la entrada, sus brazos cruzados y el ceño fruncido. Desde la distancia, parecía estar enojada, y Sasuke sabía que la conversación que se avecinaba no sería fácil.Naruto detuvo su paso al ver a Sakura, su mirada se endureció al darse cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir. No quería ser parte de esa discusión, ni permitir que Menma presenciara lo que seguramente sería una pelea entre adultos.—Menma, vamos a casa. —dijo Naruto con un tono más firme de lo habitual, tomando la mano de su hijo.—¿Pero, mamá...? —Menma comenzó a protestar, mirando a su padre.—Vamos a casa, Menma. —repitió Naruto, su voz inflexible.Sasuke observó cómo Naruto se alejaba con Menma, el dolor en su pecho se intensificaba al ver cómo Naruto evitaba cualquier contacto con él. Pero sabía que primero tenía que resolver la situación con Sakura antes de intentar arreglar las cosas con Naruto.Cuando Sasuke se acercó a Sakura, el silencio entre ellos era casi ensordecedor. Sakura no esperó a que él hablara primero, su enojo ya estaba desbordándose.—¿Dónde has estado? —preguntó, su tono lleno de reproche. No esperó una respuesta antes de continuar— Me dijiste que ibas al cementerio, pero claramente no era verdad. Estabas con Naruto y ese niño.—Menma es mi hijo, Sakura. —respondió Sasuke, su voz calmada pero firme— Tenía que pasar tiempo con él.—¿Y eso qué? ¿Ahora vas a dejarme a mí por ellos? ¿Después de todo lo que he hecho por ti? —Los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas de rabia, pero su voz era más dura que nunca.—No se trata de dejar a nadie. —Sasuke trató de mantener la calma, aunque la situación lo estaba agotando— Menma es mi hijo, y tengo una responsabilidad con él, igual que con Naruto.—¿Responsabilidad? —Sakura rió amargamente— ¿Qué hay de tu responsabilidad conmigo? Me prometiste que estaríamos juntos, que tendríamos una vida. ¿Y ahora pretendes tirarlo todo por la borda por alguien que ni siquiera se preocupa por ti?—Sakura, sabes que eso no es verdad. —respondió Sasuke, su paciencia empezando a agotarse— Naruto sí se preocupa por mí, aunque no lo demuestre de la forma en que tú quieres. Pero eso no cambia el hecho de que yo también me preocupo por él y por Menma.Sakura lo miró con incredulidad, como si no pudiera creer lo que estaba escuchando. El dolor en su rostro era evidente, pero también lo era la furia que comenzaba a surgir.—Entonces elige, Sasuke. —dijo finalmente, su voz temblando de emoción contenida— O ellos, o yo. No puedes tener ambas cosas.Sasuke sintió el peso de esas palabras, pero sabía que no podía permitir que Sakura lo manipulara de esa manera.—No voy a elegir, Sakura. —respondió con firmeza— Quiero ser parte de la vida de mi hijo, y si no puedes aceptarlo, entonces tal vez deberías pensar en lo que realmente significa estar conmigo.Las palabras de Sasuke hicieron que Sakura diera un paso atrás, su rostro se volvió pálido al comprender que su ultimátum no había funcionado. La rabia en sus ojos se transformó en algo más oscuro, más profundo.—No puedes estar hablando en serio, Sasuke. —dijo con un tono peligroso— No después de todo lo que hemos pasado.—Estoy hablando muy en serio. —dijo Sasuke, su voz firme, pero sin crueldad— Ya no soy el mismo de antes. He cambiado, y si no puedes aceptarlo, entonces será mejor que terminemos aquí.Sakura lo miró en silencio, sus ojos llenos de dolor y odio. No podía soportar la idea de perder a Sasuke, pero tampoco podía soportar la idea de compartirlo con Naruto y Menma. Finalmente, sin decir una palabra más, se dio la vuelta y se marchó, sus pasos resonando en la noche que se avecinaba. Sasuke la observó irse, sintiendo una mezcla de alivio . Sabía que la relación con Sakura había llegado a su fin .Mientras regresaba a su hogar temporal, Sasuke se permitió pensar en lo que vendría a continuación. Sabía que Naruto aún estaba molesto, pero también sabía que no podía rendirse. Si había una pequeña posibilidad de que pudiera formar una familia con Naruto y Menma, entonces haría todo lo posible por conseguirlo. El camino hacia la reconciliación no sería fácil, pero Sasuke estaba decidido a luchar por ello. Porque, por primera vez en su vida, sabía lo que realmente quería, y no estaba dispuesto a dejarlo ir.

(...)

En la casa de Shikamaru, Temari lo recibió con una sonrisa amable, aunque había preocupación en su mirada. Shikamaru, siempre perceptivo, notó de inmediato que algo no estaba bien. Naruto se dejó caer en el sofá, sintiéndose agotado tanto física como emocionalmente. Shikamaru se sentó a su lado, sus ojos llenos de comprensión. No era necesario decir mucho; la amistad entre ellos hablaba por sí misma.

Shikadai y Shika jugaban en la sala, ajenos a la tensión en el aire. Shikadai, un Alfa en crecimiento, observaba con curiosidad a Menma, pero decidió no decir nada. Shika, un Omega de solo tres años, se acercó a Naruto con una inocencia desarmante, ofreciéndole un juguete. Naruto sonrió débilmente, agradecido por el pequeño gesto en medio de su tormenta interna.

Mientras Temari preparaba algo de té en la cocina, Naruto finalmente habló, su voz baja y llena de dudas. "¿Estoy haciendo lo correcto, Shikamaru?", preguntó, mirando hacia el suelo. Shikamaru, fiel a su estilo, tomó unos segundos antes de responder. "A veces, no hay un camino claro, Naruto. Pero lo que haces por Menma... eso nunca estará mal."

Naruto asintió lentamente, sus pensamientos todavía enredados. Por ahora, todo lo que podía hacer era seguir adelante, un día a la vez.

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Holi lo prometi