TENTACIÓN [#2 Dominio]

1. Feliz cumpleaños Chiara

La música retumbaba en el antro, una mezcla de ritmos que hacía vibrar mi cuerpo. Era mi cumpleaños, y la emoción me envolvía como un abrigo cálido. Vestía un vestido rosa que abrazaba mis curvas, el straple dejaba mis hombros al descubierto y mi cabello caía en suaves ondas, brillando con cada destello de luz. Me miré en el espejo del baño, dándome un último retoque de labial. Perfecta.

Cuando volví a la sala, mis amigos estaban listos para cantar. Sonrisas, risas y una sensación de alegría pura llenaban el aire. Alessandro estaba a mi lado, su sonrisa era el mejor regalo que podía recibir.

-¡Feliz cumpleaños, Chiara! -gritó Maya, mi mejor amiga, mientras se acercaba con una copa de champagne.

-¡Gracias, Maya! ¡No puedo creer que finalmente tengo 25 años! - respondí riendo.

Alessandro me miró con ternura. -Eres más hermosa cada año que pasa- dijo mientras me daba un beso suave en la mejilla.

-¡Ay! ¡Qué romántico!- exclamó Maya, haciéndonos reír.

Pero en medio de la celebración, algo me distrajo. En una esquina oscura del antro, un hombre de cabello negro como la noche me observaba intensamente. Sus ojos grises brillaban como dos faros en la penumbra, llenos de una mezcla de deseo y misterio. Sentí un escalofrío recorrerme, pero rápidamente lo ignoré. La canción terminó y me abrazaron con entusiasmo.

Alessandro se disculpó para ir al baño. -Voy a refrescarme un momento. ¿Quieres algo?-preguntó.

-Solo champagne por ahora. -respondí sin apartar la mirada del extraño que aún me observaba.

Una vez que Alessandro se fue, la curiosidad me invadió. Sin pensarlo dos veces, decidí acercarme a aquel desconocido que había capturado mi atención.

-Hola-dije con una sonrisa coqueta mientras me acercaba. -Soy Chiara.

-Feliz cumpleaños -respondió él con una voz profunda que resonó en mi pecho. -Soy Christopher.

La conversación fluyó naturalmente entre nosotros; era como si nos conociéramos desde siempre.

-¿Qué haces aquí solo? -pregunté, intrigada.

-Vine a celebrar a unos amigos-dijo mientras su mirada se perdía momentáneamente en mis ojos. -Pero ahora solo tengo ojos para ti.

Las copas comenzaron a sucederse y me di cuenta de que había perdido la noción del tiempo. Christopher se acercó más a mí; su aliento cálido mezclándose con el aroma del alcohol y el perfume floral que llevaba puesto.

De repente, escuché la voz de Maya detrás de mí: -Chiara, ¿dónde te metiste? ¡Te estamos esperando para cortar el pastel!

Me giré hacia ella y le sonreí nerviosamente. -Solo estaba... conociendo a alguien.

Maya arqueó una ceja y miró a Christopher -¿Este es tu nuevo amigo? Parece interesante...

-Soy Christopher. -dijo él extendiendo su mano hacia ella con confianza.

-Maya- respondió ella mientras le daba la mano, sus ojos brillaban con curiosidad. -¿Cómo es que atraes a las chicas tan rápido?

Christopher sonrió y respondió:

-Tal vez sea mi encantadora personalidad.

Maya rió y volvió su atención hacia mí:

-Vamos, Chiara. Es tu cumpleaños; no te quedes aquí hablando con extraños.

-No es cualquier extraño -protesté juguetonamente antes de volverme hacia Christopher -¿Te gustaría unirte a nosotros?

-Claro. -dijo él sin dudarlo.