Nueve

11 2 0
                                    

-Adelante Dra. Valdés, déjeme le hago un pequeño tour por mi casa, ya mañana con más calma te muestro lo demás de la hacienda

Juliana a oscuras entraba temiendo tropezarse con algo y cuál fue su sorpresa que al prender la luz Valentina, no había ningún mueble

-Papá nos dio un pedazo de la hacienda a cada uno de sus hijos, prácticamente los seis ya construimos nuestra casa aquí.

-¿Los seis?

-Si, tengo cinco hermanos, Eva, Gael, Jacobo, las gemelas Leonora y Sofía

-oohh que bien

-Apenas el año pasado la termine de construir, en el segundo piso están las habitaciones de los niños

-¿Los niños?

-me gustaría ser mamá

-ya me acordé, dijiste que de una familia numerosa como la tuya

-así es

Sonrió Valentina al darse cuenta de que Juliana recordaba lo que le había contado alguna vez

-a la derecha está la cocina, ven, ya casi está equipada, solo me falta el comedor

-tienes más cosas que yo en la mía

-por el trabajo me encanta comer en la calle, pero soy una excelente cocinera y siempre es práctico tener todos los electrodomésticos que me faciliten esa labor

Juliana sonrió

-Espero un día comprobar eso de que eres una excelente cocinera

-tal vez mañana te toque comprobarlo-le guiño un ojo Valentina

Siguieron observando algunos detalles de la casa, hasta que Valentina la llevó hacía una habitación, al entrar había solo una cama King-size.

-Esta es la habitación principal, aún me faltan varios muebles y artículos para que esté completa, pero por hoy está será nuestra habitación

-¿Dormiremos juntas?

-Si, o a menos que ronques, no

-pues no, pero soy de sueño ligero así que espero que tú no- sonrió Juliana y Valentina le saco la lengua

Ya acostadas, rato después Juliana empezó a sentir pasar la pierna de Valentina por las suyas, así como el brazo por su abdomen

-mmm... Val... Valentina, ¿qué estás haciendo?

-Sshh, tengo frío

El corazón de Juliana empezó a latir con más rapidez, pero ya no comentó nada al sentir la respiración de Valentina en su cuello, lo que la relajó y ella también se quedó dormida

-mmm... Val... Valentina, la mano se te encogió, al igual que los pies- decía Juliana que con los ojos cerrados sentía una pequeña mano en la cara y una pequeña pierna por su abdomen

-Sssh, es Santi mi sobrino, lo trajo Sofía mi hermana ya que vino por unos documentos de la tienda y en vez de llevárselo a mi mamá, me lo dejó.

-Al parecer soy irresistible ante los Carvajal

-Disculpe Dra. enorme ego Valdés, pero usted no es irresistible

-auch mi ego, que diga "Auch mi enorme ego"

-ay, ya, vamos a dormir un par de horas más, que aún es temprano

En esta ocasión Valentina solo puso sus piernas sobre Juliana ya que su sobrino Santiago parecía cual Koala abrazado sobre ella.

Open ArmsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora