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El jardín del lago, junto a la puerta trasera del gimnasio de la universidad.

No era la primera vez que Jin Siming se encontraba con Yao Jin tras aterrizar en la isla, pero ambos habían estado muy ocupados con sus exámenes y entrevistas, así que sus encuentros habían sido breves.

Jin Siming estaba bajo un frondoso y gran árbol junto al lago, mirando fijamente mientras Yao Jin caminaba lentamente hacia ella.

En los seis meses transcurridos desde que dejó su ciudad natal, Yao Jin había experimentado notables cambios. Su estilo de vestir y su maquillaje habían madurado y ya no eran tan sobrios como en el instituto. Ahora podía pintarse los ojos con un delineador encantador o aplicarse un pintalabios rojo brillante tanto como quisiera.

Se había transformado gradualmente y su belleza se había vuelto más extravagante, como una rosa floreciente y deslumbrante.

Con una alegre curva en sus labios rojos, Yao Jin caminaba ligera mientras atraía las miradas de admiración de mucha gente que pasaba por allí.

No importaba dónde estuviera, el resplandor de Yao Jin siempre brillaba con fuerza, pero ahora era aún más deslumbrante que antes.

Al acortarse la distancia que las separaba, Jin Siming dio dos pasos hacia delante mientras Yao Jin se acercaba dando ligeros saltitos. Se detuvo frente a ella con la barbilla levantada, parpadeando con picardía.

Ese parpadeo, como una flecha, se clavó justo en el corazón de Jin Siming.

"Ejem."

Yao Jin la miró intensamente durante un momento, luego volvió la cabeza hacia otro lado antes de toser levemente en su puño.

Jin Siming comprendió rápidamente y entrecerró los ojos mientras miraba a Yao Jin con expresión afectuosa. Entonces abrió los brazos y se inclinó para abrazarla.

"Te he echado tanto de menos...".

La añoranza brotó como un torrente mientras abrazaba con fuerza el suave cuerpo que tenía entre sus brazos, y de su boca brotaron palabras cariñosas.

Jin Siming apoyó la barbilla en el hombro de Yao Jin y rodeó su esbelta cintura con las manos. Luego miró al chico que había estado observando a Yao Jin antes.

No había ninguna emoción evidente en sus ojos, pero el chico sintió un escalofrío en la espalda y apartó rápidamente la mirada antes de alejarse a toda prisa.

"Nos hemos visto hace poco, así que es un poco irrazonable que la compañera Jin diga eso~".

Yao Jin dijo despreocupadamente con una sonrisa perezosa. Jin Siming levantó las cejas con insatisfacción cuando las palabras de Yao Jin llegaron a sus oídos y bajó la mirada: "¿Compañera de clase Jin?".

"¿Qué? ¿No te gusta que te llame así?".

El maquillaje de ojos de Yao Jin hoy era especialmente encantador, cada sonrisa igual de hechizante que sus ceños fruncidos. Ella sonrió lentamente, mostrando sus blancos nacarados: "Una vez que tu progreso en la confesión alcance el cien por cien, entonces podrás pedirme que te llame como quieras".

Esa última palabra fue particularmente enfatizada, la articulación cristalina. Jin Siming se frotó la oreja y se centró rápidamente mientras preguntaba: "Entonces, ¿cuál es mi progreso actual?".

Yao Jin se echó hacia atrás y cruzó los brazos: "He contado generosamente tu abrazo de hace un momento y el beso del aeropuerto de la última vez, así que tu progreso actual es del veinte por ciento".

"Ah... sólo un veinte por ciento...". Jin Siming hizo un mohín.

Unos dedos suaves pincharon suavemente la frente de Jin Siming mientras Yao Jin reía: "Si crees que es demasiado lento, siempre puedes acelerar el progreso. Un pequeño consejo: el contacto íntimo puede duplicar el progreso. Puedes probarlo".

Después De Que La Hermana Blanda Se Diferenciara En A [GL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora