Alex despierta al día siguiente al oír el sonido del timbre.
Se levantó de la cama y fua a abrir la puerta. Sus hombres estaban parados con los brazos llenos de bolsas.
-Pasen y dejen todo en la sala. Las bolsas de comida a la cocina.
-Sí, ministro.
-Sus pertenencias, señor.
-También déjalo en la sala.
-Sí.
Los hombres dejaron las bolsas y luego se retiraron.
Alex volvió a su habitación y se acostó a dormir.
...
Mucho tiempo después se despertó de nuevo y bajó a la sala.
Vio a Erick viendo una película.
-Buenos dias, Erick.
-Buenos días, señor.
-¿Dónde está tu mamá?
-En la cocina.
Alex se encaminó a la cocina.
-Gema.
-Hola, Alex.
-Aún no guardaron las bolsas.
-No queriamos hacer ruido.
-¿Qué haces?
-Ya son las 11 y 30. Hora del almuerzo.
-¿Tanto dormí?
-Nosotros también acabamos de despertar. ¿Quieres desayunar?
-No, solo voy a almorzar.
-Bien.
Alex salió de la cocina y se acercó a Erick.
-¿Qué estas viendo?
-Jumanji. Es super divertido.
Alex se sentó con Erick y empezaron a ver la película.
-Chicos, la comida esta lista.
Erick se bajó del sofá y se acercó corriendo. Alex apagó la tele y se dirigió a la cocina.
Erick se estaba lavando las manos mientras Gema lo sostenía.
Alex también se lavo las manos y luego fueron al comedor.
Erick no paró de decir lo deliciosa que era la comida de su madre y Alex asentía en aprobación.
Gema tuvo una sonrisa en todo el almuerzo ante los elogios de su hijo.
-Mami.
-¿Si, mi amor?
-¿Cuándo volveré a la escuela?
-Pedí permiso para ti, tienes un mes libre.
-Esta bien.
Ellos estaban revisando las bolsas de la sala.
Gema arregló la ropa de su hijo, de Alex y la suya propia.
Erick y Alex estaban revisando las bolsas de juguetes.
-Mira, señor Alex, ¡son peluches!
-Son muy bonitos.
-¡Mira!
-Un tren.
-¡Mami, gracias!
-¡De nada, cariño!