Capitulo 167 : Unión eterna

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Luego de las pequeñas visitas que tuvieron Rodan y Godzilla, el tiempo comenzó a pasar rápidamente hasta llegar a las 3 semanas.

En este corto pero rápido periodo de tiempo los dioses se fueron presentando uno a uno de forma privada con los Kaijus para no causar pánico generalizado.

Si bien estos ya conocían a Fugaz, la cosa era muy diferente con Aura y Niebla, por lo que ir despacio y con cuidado siempre era de agradecer en estos casos en particular.

Así, y de esta manera, uno a uno la Santa Trinidad de Dioses se introdujo a todos los Kaijus de Monster Island, llegando a congeniar muy bien con ellos.

Algunos demostraban temor a la par de respeto, otros desconfiaban de ellos, sobre todo de Niebla que tenía un aspecto poco "pasivo" frente a los Kaijus, lo cual junto a su actitud sería y personalidad directa hacían temer al resto de criaturas, usualmente confundiéndolo con un demonio o ente maligno, algo que Niebla siempre negaba por supuesto.

Luego de 3 semanas de introducciones y algunos ligeros inconvenientes, las cosas se habían calmado un poco.

Cada kaiju comenzó a retomar su ritmo de vida , aunque estos estaban más enfocados en entrenar sus ataques y agilidad a órdenes de la trinidad divina, preparándose para futuras batallas.

En su cueva volcánica subterránea, Rodan se encontraba como de costumbre cuidando de sus huevos.

El gran ave sonreía mientras tarareaba una canción a la vez que les daba amor y cariño a su huevos pero su mente no dejaba de pensar en cierta criatura de 3 cabezas y lo que Aura había charlado con el hace unas semanas.

---Rodan---(*suave suspiro*) Hmmm... no creo poder aguantar más en esta posición pasivo-agresiva con este idiota...

Mirando y sintiendo sus huevos, el ave ígnea sabía que dentro de poco sus huevos podrían eclosionar, su instinto materno lo decía.

Pero lo que realmente preocupaba al ave era que Ghidorah no estaría presente para presenciar el momento, y sabía bien que eso sucedería por culpa de Rodan de mantenerlo alejado de su cueva.

---Rodan---(*gruñe molesto*) Dioses, enserio wey...ESOS CABRONES... Aún no se si pueda perdonarlos por lo que le hicieron a Titán, las mentiras... no creo que pueda perdonarlos aun-...

Diciendo esto, los ojos del Pteranodon se pusieron brillosos mientras unas lágrimas de lava se asomaban.

---Rodan---(*ojos llorosos*) Pero... quiero... perdonarlos, los extraño... y quiero una familia unida, quiero que ellos vean nacer a sus hijos y sean buenos padres...

Dando un fuerte gorgoteo, el ave de fuego negro con su cabeza molesto limpiándose las lágrimas pero este salió de su cueva subterránea.

Fuera de esta se encontraban Titán y Rimad quienes estaban jugando a las luchas para distenderse un rato.

Al salir, el ave de fuego los miro pero sonrió.

Titán estaba siendo sometido por Rimad quien lo mantenía contra el suelo y mordisqueaba su cuello, riendo y pateando mientras el Kaiju rojo lo envolvía con sus 2 colas con la intención de alojarlo.

---Titan---(*sonrojado/riendo*) ¡JAJAJAJA! ¡Wey! Hnmm... ¡Ya! ... Me ha es cosquillas,... no..NO MUERDAS MAMÓN, JAJAJAJA...

---Rimad---(*Gruñendo/Mordiendo*) Grrrrhmmmm..GRRRHMMM...

---Rodan---(*sonriendo*) Titán, mamá va a salir un rato a hacer algo... ¿Puedes cuidar de la cueva y tus hermanitos por mí?

---Titán---(*sonríe*) ¡Claro madre!

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